Cultura

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La Coral Diego de Pontac y Maite Aranzabal ensayan la misa-recital que ofrecerán en la iglesia Compañía

La cita tendrá lugar este sábado y servirá para despedir y mostrar la gratitud hacia los jesuitas

La Coral Diego de Pontac y Maite Aranzabal ensayan la misa-recital que ofrecerán en la iglesia Compañía
La Coral Diego de Pontac y Maite Aranzabal ensayan la misa-recital que ofrecerán en la iglesia Compañía
S.E.

HUESCA.- Este sábado, Maite Aranzabal, organista del Santuario de Torreciudad, y la Coral Diego de Pontac, dirigida por Marta Betrán, acompañarán la misa de las 19.30 horas en la iglesia de la Compañía y ofrecerán a continuación un recital como despedida y en gratitud a los jesuitas, que dejarán la ciudad el próximo día 30 de este mes, por sus cuatrocientos años de presencia en Huesca.

VÍDEO CON IMÁGENES DE LOS ENSAYOS

Bajo el lema "Mirad a los pájaros del cielo", del evangelio de San Mateo, la coral compuesta de 30 miembros acompañará con sus voces a Maite Aranzabal al órgano, quien interpretará en solitario dos piezas y acompañará también a la Coral con obras del compositor británico John Rutter, como Look at the World y The Peace of God.

DESPEDIDA ANUNCIADA

La compañía de Jesús abandona Huesca el 30 de junio, tal y como anunciaron los jesuitas el pasado mes de diciembre. A partir del 1 de julio, la Iglesia de San Vicente Mártir -la Compañía- será regida y mantenida por la Diócesis de Huesca, presidida por Julián Ruiz Martorell, que será quien nombre al rector de dicho templo.

Tres de los jesuitas que han residido hasta ahora en Huesca, Millán Arroyo Simón, Carlos María Sancho de Claver y Fernando Jesús de Lasala Claver, irán destinados a Zaragoza, mientras que Luis Añorbe Sádaba se trasladará a Gandía.

En una carta, Fernando Jesús de Lasala, en nombre de los cuatro religiosos, asegura: "Los cuatro jesuitas que dejamos Huesca llevamos para siempre en el corazón tanto bien recibido por los feligreses y demás ciudadanos oscenses. Hemos vivido, por parte vuestra, una perseverante acogida. No habéis reblado en modo alguno en vuestro talante acogedor y familiar que se vive en toda la ciudad de San Lorenzo y San Vicente".

Asimismo continúa que se van "con el dolor sencillo y explicable que produce arrancarse de un lugar en el que -dicen- nos hemos sentido muy a gusto, en casa. Es verdad que, como hijos de Ignacio de Loyola, nos hemos comprometido a ir a los lugares a donde se nos envíe para anunciar el Evangelio de Jesucristo. Sin embargo, sigue siendo verdad lo del dolor de la separación".

Seguirán ofreciéndose en la Iglesia de San Vicente Mártir las eucaristías, el sacramento de la reconciliación, la adoración al Santísimo Cuerpo de Cristo, el rosario y las acostumbradas oraciones y meditaciones en los principales eventos religiosos. "La casa en la que hemos vivido hasta ahora -Sancho Abarca, 1- seguirá siendo lugar de encuentro de grupos y asociaciones cristianas, como la Red Mundial de Oración del Papa -antiguo Apostolado de la Oración-, la asociación de Adoración y vela al Santísimo, la de la Corte de honor de las Damas y Caballeros de la Virgen del Pilar, la de la Vida Ascendente, y la Unión Eucarística Reparadora". En esos mismos locales, indican, seguirá impartiéndose "el Curso anual de Teología en el Aula de San Lorenzo y San Vicente". Además, en otros locales cedidos por la Compañía de Jesús a Cáritas de Huesca -en Sancho Abarca, 18-, dicha entidad "seguirá practicando la acogida y el acompañamiento a los más necesitados".