Cultura

EXPOSICIÓN

Huesca se llena de recuerdos laurentinos con las fotografías de Víctor Ibáñez

El fotógrafo exhibe en el Benito Moliner la exposición "Las fiestas de nuestra infancia"

Huesca se llena de recuerdos laurentinos con las fotografías de Víctor Ibáñez
Huesca se llena de recuerdos laurentinos con las fotografías de Víctor Ibáñez
P.S.

HUESCA.- El fotógrafo Víctor Ibáñez ha recopilado cientos de recuerdos laurentinos imborrables en la exposición ¡Cómo hemos cambiado! Años 80. Las fiestas de nuestra infancia, que puede visitarse desde este viernes y hasta el 31 de agosto en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca. Las paredes de la sala lucen cien instantáneas en blanco y negro tomadas durante los años 1978 y 1989 a las que se suman otras 600 que se proyectan en este mismo espacio para disfrute de los visitantes. Y es que, Ibáñez invita a los oscenses a adentrarse y a buscarse en esta muestra inaugurada por el alcalde de Huesca, Luis Felipe, desde la que quiere plasmar cómo eran las Fiestas de San Lorenzo de aquel entonces.

El artista exhibe un año más algunas de las muchas instantáneas que atesora su fondo fotográfico personal en una muestra que calienta motores de cara a las fiestas laurentinas y que en esta ocasión hace un guiño especial a la niñez y la adolescencia. "Son fotografías que guardan recuerdos de mucha gente porque he elegido el tema de la infancia y la primera juventud de quienes disfrutaban de las fiestas para organizar un pequeño "revival" de cómo se vivían en aquellos años. No sé si era mejor o peor, era diferente sin duda y eso se ve contemplando las fotos", comenta Ibáñez. En esta línea, valora que los ciudadanos tenían entonces otra forma de disfrutar, de vestir y de acercarse a los espectáculos propios de las Fiestas de San Lorenzo, "porque algunos ya han desaparecido y había propuestas distintas que tomaban la calle y que se realizaban por poco coste". Además, apunta que en estas instantáneas nadie tiene la camiseta manchada de vino "porque eso hasta el año 1989 no se hacía".

Su objetivo, añade, es que "a esta muestra puedan acercarse oscenses con sus hijos para enseñarles dónde están sus padres dentro de la foto, por lo que creo que puede ser un tema bastante agradable y divertido para ver en familia". Explica que ha elegido el periodo temporal que va desde el año 1978 a 1989 "porque quería que fueran fotografías de los años 80, aunque se ha colado alguna de los 70 porque yo empecé a trabajar para mí mismo en esa época y he cogido también mis primeras instantáneas. Yo era entonces un principiante y las fiestas me sorprendían cada año y lo pasaba muy bien".

La exposición se divide en grupos de fotografías ordenados por años para que el visitante pueda ver la evolución de las fiestas e incluye la proyección complementaria de imágenes de ese periodo, "también muy divertidas".

Al echar la vista atrás, Ibáñez recuerda que en esa época, en la noche del 15 de agosto, se realizaba una cabalgata que ponía el broche a las fiestas y tras la que se acudía a la plaza de Navarra para ver la traca final. "Eso se convirtió posteriormente en la despedida al santo que se hace ahora porque cuando se suspendió ese desfile las peñas, antes de ir a la traca, se comenzaron a concentrar en la puerta de la iglesia de San Lorenzo y allí cantaban canciones. La gente empezó a pedir que saliera el santo, aunque entonces los curas no lo veían muy bien porque las letras que se cantaban a ritmo de charanga eran un tanto irreverentes, muy jocosas pero poco religiosas", comenta.

También rememora que en esos años se realizaban exhibiciones aéreas para los niños en Monflorite, que se sustituyeron finalmente por unos vuelos con maquetas en Igriés. "Aquí venían incluso F-18 de la base de Zaragoza y hacían una pasada rasante, participaban ultraligeros, autogiros y maquetas, y también había paracaidismo", enumera.

Los espectáculos para niños en el ya desaparecido Jardín de Verano o los circuitos de karts que se hacían también en el parque Miguel Servet, por donde además circulaba un trenecito durante las fiestas, son también otros de los recuerdos que exhibe esta exposición. "Eran actividades más lúdicas y participativas, pero que se hacían por cuatro perras. Eran cosas más sencillas", valora.

Las ferias, los chiringuitos y los recintos de las peñas, cuya ubicación también ha ido variando, son otros de los motivos de esta muestra en la que no faltan las mairalesas, las cabalgatas de las peñas y sus pancartas reivindicativas y en la que hasta puede verse desfilar a un grupo de majorettes de Zaragoza que traía a Huesca la cantante y cupletista Corita Viamonte.

La exposición se puede visitar de lunes a viernes, de 18 a 21 horas, y los sábados y domingos, de 12 a 14 y de 18 a 21 horas.