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MÚSICA

La Ronda de Boltaña estrena 'Bailando entre las ruinas', su sexto disco y más combativo

Sus 17 temas se adentran en la vida de las gentes del mundo rural y su lucha contra la despoblación

La Ronda de Boltaña estrena 'Bailando entre las ruinas', su sexto disco y más combativo
La Ronda de Boltaña estrena 'Bailando entre las ruinas', su sexto disco y más combativo
DPH

HUESCA.- "Bailando entre las ruinas" es el sexto disco de la Ronda de Boltaña que llega después de cuatro años con 17 temas que se adentran en la vida de las gentes del mundo rural y la lucha diaria por frenar la despoblación, algo que para ellos no es nuevo. Una de ellas es "Aquí" y ya rondaba por las calles del Aragón rural en 2017 con motivo de la celebración de sus 25 años, junto a la conocida "Ronda por un pequeño país" creada para este aniversario y más recientemente ha sonado "Aquí", himno de la movilización de la España Vacía en la que se reivindica "como hemos hecho siempre la vida en los pequeños pueblos, de alguna manera fue entonces cuando nos dimos cuenta de que estábamos hablando no solo de Sobrarbe, del Pirineo o de Aragón sino de todas las zonas rurales del país que tienen los mismos problemas", ha destacado Manuel Domínguez, rondador fundacional del grupo, durante la presentación del disco este lunes en la DPH junto a otros dos integrantes, Ignacio Pardinilla y Francho Sarrablo.

Otros de los temas destacados es el que da pie al título del disco y que alude a la canción "Un pasodoble entre las ruinas", en la que está presente la lucha por el futuro que la gente de los pueblos ha emprendido por vivir en su lugar. En este sentido, Manuel Domínguez ha explicado que "esa misma contradicción de la canción entre algo tan alegre como es bailar y lo triste de hacerlo entre las ruinas, representa esa vida cotidiana que tenemos que combatir ahora". Otra de las canciones que hablará en clave humorística sobre el tema lleva por título "Tras la brecha digital" y está dedicada al desfase tecnológico entre el campo y la ciudad en paralelo al que se da entre las generaciones de una misma casa.

No quiere ser un disco triste sobre la despoblación sino más bien combativo y alegre, contiene el estilo y los temas que marcan el espíritu de la Ronda y que hemos transmitido siempre", ha precisado Ignacio Pardinilla, "aunque existe cierta experimentación más actual", han precisado. Grabado en el habitual estudio Kikos y en distintos fines de semana entre diciembre de del año pasado y este mes de junio, cuando se han finalizado los trabajos de grabación, con innovación en arreglos y formas interpretativas distintas.

También hay parte del nuevo repertorio que mira al pasado, tal como explican estos tres representantes de La Ronda "son episodios tristes, pero a nos apetecía incluirlos porque siguen vivos entre nosotros". Se señala así al que podría marcar el origen de la despoblación que habla del último arriero, en referencia a la canción "En la cruz de las tormentas", "centrada en la desaparición del este viejo oficio y que coincide con la marcha de la gente de las comarcas del Pirineo que habían servido de nexo de comunicación con el resto del mundo". Otro grupo de canciones en orden cronológico se refieren también a la Guerra de Cuba, a las revueltas campesinas del siglo XVI, las hay el maquis en el Sobrarbe o sobre la represión sufrida en la Guerra Civil. Además contiene una nueva versión de "Mar de sueños", presente en el segundo disco, a la que han añadido letra como el desarrollo de la vida de aquél bajel almogávar que invocaba y que ahora se ha convertido en patera en la nueva versión llamada "Fin del viaje".

Asimismo, la propia alegría de La Ronda que bebe de refranes, adivinanzas y otras narraciones del folclore aragonés estará presente en temas como que apuntan a su propio significado como la "Ronda del ¿qué será?" y otras más festivas como "In vino veritas", historia de amor en aragonés escrita por Francho Sarrablo o "Habanera de los cuatrocientos duros" acompañados por los instrumentos típicos de la rondalla como son la trompa, los guitarricos, laud o bandurria.

Precisamente, sobre el proceso creativo de este nuevo disco y los cuatro años que han pasado desde "La huella que el tiempo deja". Se comenzó en un momento más pausado -detalla Dominguez-, "llegó una especie de soplo de viento que supuso la aportación de mi hermano, Martín Domínguez, colaborador habitual al violín, y en menos de un año compusimos la mayoría de las 17 canciones que tiene este disco, con 12 temas que llevan su nombre".

Mientras que los temas restantes del repertorio pertenecen al menos uno a cada uno de los componentes de lo que se podría considerar como un disco doble porque son 76 minutos de música que ya puede adquirirse.