Jesús Bosque: "Los recuerdos son lo que nos define como personas"

HUESCA.- ¿Qué recuerdo meterías en un baúl para no olvidarlo nunca? En torno a esta pregunta gira el cortometraje Recuerdos, dirigido por el oscense Jesús Bosque expresamente para esta ocasión y que se estrenó ayer en la muestra de realizadores oscenses. La XXVI edición de esta cita comenzó con una sesión especial, con el alzhéimer como temática subyacente, fruto de la colaboración entre la Asociación Alzheimer Huesca, la Asociación Oscense de Realizadores y DIARIO DEL ALTOARAGÓN.

La noche de ayer acogió también la première de Latidos, un cortometraje dirigido por Marisa Tajada y César Casanova, así como la proyección de El Trastero de Gaizka Urresti y Fotos de familia, de Paula Ortiz.

El cortometraje Recuerdos fue rodado el pasado mes de octubre cuando Jesús Bosque se encontraba en el Pirineo como parte del equipo de la película Armugán. La Asociación Alzheimer Huesca, con la que ya había colaborado en otra ocasión, le propuso grabar una pieza audiovisual a la que decidió "darle la vuelta y enfocarla desde un punto de vista artístico", detalla.

Por este motivo, en ella, no aparecen enfermos de alzheimer ni sus familias, sino que los protagonistas son 19 personas que formaban parte del equipo de rodaje de Armugán, como técnicos de sonido, encargados de la parte artística o de la iluminación. "Son un grupo de gente muy variado, cada uno tiene una historia personal y toda una vida detrás", explica el director.

A todos ellos, se les propuso "meter en un baúl imaginario" un recuerdo personal que nunca quisieran olvidar.

La premisa con la que partieron al realizar este cortometraje es que "tal y como avanza la enfermedad, en un futuro dos de esas personas podrían padecer alzhéimer", detalla Bosque. La mayoría de ellas rondan la veintena, pero el enfoque según el director, es plantear que en 50 o 60 años se podría dar la circunstancia de que alguno de ellos no recordara ni su nombre. Por este motivo, una de las principales ideas que subyacen en el cortometraje es, según Bosque, que "los recuerdos son lo que nos define como personas".

Cada uno de los participantes comienza su intervención presentándose con su nombre y su edad. Este aspecto lo resalta también Bosque, ya que las personas con alzhéimar llegan a olvidar hasta como se llaman. "El nombre es lo que te da la identidad. En el momento en que olvidas cómo te llamas, realmente olvidas quién eres", matiza.

Otro de los puntos interesantes que según el director recoge este cortometraje es el acercamiento a un equipo de rodaje. "El cine forma parte en cierto modo de un mundo de la imaginación", resalta.

El inicio de la Muestra de Realizadores Oscenses acogió también el estreno de Latidos, dirigido por Marisa Tajada y César Casanova y enmarcado también dentro de la temática del alzhéimer. En este caso, un vestido es el que lleva a su protagonista, María Pilar Lostal, quien sufre realmente está enfermedad, a recordar sus buenos momentos. "Emplea el recuerdo para vencer a sus demonios, como la soledad", detalla Casanova.

El cortometraje, muestra durante 5 minutos una sucesión de diferentes imágenes en un día de la protagonista, que lo dedica a recordar. Todo ello acompañado por la canción "Beats with Mary" de Ramón 10635, y sin diálogos ni intervenciones.

Según el realizador, la obra recoge una temática que "siempre toca la fibra" y en torno a ella, "el espectador puede interpretar libremente lo que quiera, lo importante es la idea de que los buenos momentos que vives en el pasado te ayudan a salir adelante en muchas ocasiones".

Además de los estrenos, también se proyectaron dos cortometrajes que bucean en la temática de los recuerdos. El Trastero, de Gaizka Urresti, llevó a los espectadores hasta la historia de Javier, quien acude a un guardamuebles, donde sus padres guardaron los objetos de la casa familiar, que caduca después de diez años. Tras rememorar momentos de su infancia, encuentra en un cajón una serie de fotos con momentos de su vida en familia y una carta escrita a mano por su madre.

Durante la primera sesión de la muestra, también se proyectó Fotos de familia, de la aragonesa Paula Ortiz. En ella, se muestra a un anciano que cada mañana retrata con su cámara las mismas calles, con otra mirada y camina al lado de las personas con otros pasos y otra lentitud. Su vejez, su barba canosa y su alegría cansada siguen soñando un día y otro, aprendiendo a mirar de nuevo.