Jorge Isla gana la Muestra de Arte Joven de La Rioja

HUESCA.- Jorge Isla Villacampa (Huesca, 1992) acaba de convertirse en el ganador de la XXXV Muestra de Arte Joven de La Rioja con su obra Still Life, que le ha reportado 3.500 euros.

"Estoy contento, pero sobre todo agradecido a las instituciones que han confiado en darme el premio", asegura el artista oscense, que actualmente está afincado en Bilbao.

La Escuela de Artes y Diseño de La Rioja acogió la entrega de reconocimientos y la inauguración de la exposición derivada del certamen, que exhibe 38 de las 376 obras presentadas por los 224 artistas participantes.

Jorge Isla considera que "no eres ni mejor ni peor artista por obtener un premio", sino que "es una legitimidad que te ayuda a seguir superviviendo en lo económico y poder seguir desarrollando proyectos".

Pero, además de la ganancia monetaria, "la mayor recompensa es la confianza que dan este tipo de premios sobre un determinado proyecto, el saber que ha sido bien interpretado", matiza.

El artista oscense valora la gran importancia de la XXXV Muestra de Arte Joven de La Rioja. "Que lleve nada más y nada menos que 35 ediciones es algo que habla por sí solo", dice.

"El Gobierno de La Rioja, aún en tiempos de precariedad, donde la gran mayoría de instituciones ya no tienen una bolsa económica para este tipo de programas, sigue apostando por la creación emergente", valora.

STILL LIFE

Para desarrollar su proyecto Still Life, Jorge Isla ha tomado como punto de partida Exforma, un libro de Nicolas Bourraud, para plantear cuestiones de reinterpretación materiales "de los sistemas de producción contemporáneos que transitan entre lo admitido y lo excluido, entre el producto y el residuo antropogénico", explica.

"Ya no se trata de fabricar un objeto, sino de seleccionar uno entre los que existen y descontextualizarlo de acuerdo a una intención específica", cuenta.

Así, la operación o producción artística "es el desplazamiento a un nuevo sistema a través de la reinterpretación de residuos del mundo capitalista", comenta.

"Estableciendo un reflejo de los modos de producción y consumo de la sociedad contemporánea, se representa una recontextualización de un artículo de consumo cuando ya ha cumplido su misión y se encuentra obsoleto, inútil y lejos de un sistema de producción", continúa.

De esta forma, se realiza "un nuevo significado a partir de una narrativa basada en la imponente fisicidad de un conjunto de pantallas de móviles rotas frente a una sociedad desmaterializada y la opresión que ejerce el entorno digital y el capitalismo sobre el ser humano, además de la dependencia casi absoluta y vital en la experiencia diaria de nuestra propia comunidad", agrega.

Jorge Isla traduce este proyecto al castellano como "naturaleza muerta" y lo ha creado con "pantallas de móviles recuperadas de tiendas de telefonía que no tienen un sistema de reciclaje como pueden tener las grandes superficies y sargentos de obra de una carpintería que, debido a la crisis, tuvo que cerrar".

"Me interesaba mucho el no adquirir ningún material para el proyecto que fuera a través de una relación económica, ya que el proyecto critica en gran medida eso", termina.