El Cine Club Fernando Moreno proyecta el filme "Sorry we missed you"

HUESCA.- El Cine Club Fernando Moreno proyectará este martes, a las 20 horas, en el Teatro Olimpia, su quinta sesión de esta temporada: Sorry we missed you, del director británico Ken Loach, en la que cuenta esta historia de Ricky (Kris Hitchen) y su familia. Han estado peleando para salir adelante económicamente desde la crisis de 2008. Un día se presenta una nueva oportunidad cuando aparece una brillante furgoneta antigua, ofreciendo a la familia la posibilidad de crear su propio negocio.

Sin embargo, la tarea no será fácil, especialmente debido al trabajo de su mujer (Debbie Honeywood) como cuidadora. Aunque los lazos de la familia son muy fuertes, pronto aparecerán las primeras fisuras.

En el pasado Festival de Cine de San Sebastián consiguió el reconocimiento del público al premiarla como Mejor Película Europea y, considerada Mejor Película en los Festivales de Cine de Ljubljana y de St. Louis (USA).

El realizador Ken Loach nació en Nuneaton (Reino Unido) en el año 1936. También es director de televisión donde se inició y entre los dos formatos ha realizado más de 50 títulos.

Es de los pocos directores que han conseguido dos Palmas de Oro en Cannes y ha llegado a cosechar en su larga vida profesional 103 premios y 85 nominaciones.

Su cine es muy crítico con los gobiernos y la sociedad inglesa. Continuador del free cinema de los años cincuenta; cine independiente con influencias del cine realista francés y del neorrealismo italiano, con el que se inició en su época televisiva.

Al director le gusta presentar historias de las clases trabajadoras inspiradas en la vida real y rodándolas en las localizaciones originales, retratando los individuos y sus luchas sociales del modo más cercano a la realidad, sacando el sentido del humor que nunca falta en su obra cinematográfica.

Al preguntarle a Ken Loach sobre la temática del filme, argumenta: "No estamos ante un fallo de la economía de mercado; al contrario, es un desarrollo lógico del mercado consecuencia directa de una competencia cada vez más dura que quiere recortar gastos y subir beneficios. El mercado quiere ganar dinero y las dos cosas no son compatibles. Pagan el precio los trabajadores como Ricky, Abby y sus familia. Pero nada de lo que digo tendrá importancia a menos que el público crea a las personas en la pantalla, las quiera, sonría con ellas y comparta sus problemas. Solo nos pueden conmover sus vidas si comunican autenticidad".

"Por eso, trato de contar una historia con la mayor sencillez, pero dejando un gran espacio al comportamiento y las pequeñas cosas que los intérpretes hacen de modo espontáneo. Eso da margen a los actores y evita que las actitudes y las respuestas de los personajes parezcan una caricatura. Ante esa naturalidad, cualquier espectador con la mente abierta se sentirá conmovido", añade.