Cultura

LITERATURA

Víctor Castillón y José María Aniés: "Es difícil prever qué pasará con la Feria del Libro, aunque lo vemos complicado"

Los representantes de la Asociación Provincial de Librerías analizan las consecuencias que podría sufrir el sector debido a la emergencia sanitaria que estamos viviendo

Víctor Castillón y José María Aniés: "Es difícil prever qué pasará con la Feria del Libro, aunque lo vemos complicado"
Víctor Castillón y José María Aniés: "Es difícil prever qué pasará con la Feria del Libro, aunque lo vemos complicado"
D.A.

Después de todas las cancelaciones de eventos que estamos sufriendo en los últimos días debido a la crisis del coronavirus, ¿cuáles son las previsiones que os habéis marcado para la próxima edición de la Feria del Libro de Huesca

JOSÉ MARÍA ANIÉS -Está todo en el aire. Solo un par de días antes de declararse el estado de alarma, trabajábamos con la previsión de abrir la feria el 5 de junio. En estos momentos es difícil prever qué va a pasar, aunque lo vemos complicado.

Si se cancelara o aplazara, ¿en qué fechas podría celebrarse la cita literaria

J.M.A. -Si finalmente no se puede realizar en junio, podríamos plantearnos trasladarla al mes de octubre como ha hecho la feria de Madrid, pero es una hipótesis que ni siquiera hemos debatido entre las librerías de Huesca. En cuanto se aclare la situación, y costará tiempo volver a poner en marcha todos los engranajes, tomaremos una decisión.

Hasta el momento, ¿cuántos autores y autoras iban a acudir a la cita?

J.M.A. -Preveíamos una presencia de entre 70 y 90 autores, como habitualmente.

¿Se pueden desvelar algunas de las claves de la próxima edición?

J.M.A. -Acabábamos de decidir el tema de esta edición: el mundo clásico, e incluso contábamos ya con una presentadora ideal, la escritora Irene Vallejo, revelación literaria de este año, cuyo libro El infinito en un junco acaba de contratarse para ser traducido a 24 lenguas.

Para todas las personas que están ahora mismo en casa, ¿cuáles son las recomendaciones literarias más propicias?

VÍCTOR CASTILLÓN -Es difícil hacer una selección, seguro que nos olvidamos de algo interesante. Podemos acercarnos al nuevo libro del aragonés Luis Zueco, El mercader de libros, una novela histórica publicada por Ediciones B que ha sido comparada con Los pilares de la Tierra o La catedral del mar. Nos trasladaremos al siglo XVI y conoceremos la mítica biblioteca colombina. Ramón Acín. En cualquiera de nosotros un pedazo tuyo es el nuevo libro escrito por Víctor Juan (director del Museo Pedagógico de Huesca) donde conoceremos la figura de Ramón Acín. A corazón abierto es lo último de Elvira Lindo. Una narración que rebusca en los recuerdos familiares, en la vida y pasión de sus padres. Está publicada por Seix Barral. El superventas español Javier Castillo acaba de publicar La chica de la nieve. Ha sido calificado como el thriller perfecto que cambiará las reglas del género. Avalado por cientos de miles de lectores de su anterior saga (El día que se perdió la cordura...), el autor malagueño calienta la primavera confinada. Almudena Grandes cierra sus Episodios de una guerra interminable con La madre de Frankenstein. Editada por Tusquets, está llamada a convertirse en una de las novelas del año. Nos descubre el personaje histórico de la parricida Aurora Rodríguez Carballeira en la segunda mitad del siglo XX. Para cerrar estas recomendaciones con un poco de optimismo os proponemos Alegría, del barbastrense Manuel Vilas. Se trata de una novela repleta de buena literatura al alcance de todos.

¿La lectura está siendo una de las grandes aliadas para sobrevivir al enclaustramiento?

V.C. -Sin duda alguna. La lectura es una gran ventana a historias, personajes y lugares que ahora mismo son inaccesibles. Muchos lectores se acercaron a las librerías los días previos al Real Decreto para aprovisionarse de obras (tanto o más necesarias que el papel higiénico). Seguro que los maratones de series tienen muchos seguidores y los vídeos de WhatsApp también, pero ahora mismo los libros han alcanzado el pódium de los entretenimientos más valorados. Sumergirse en una trama policiaca o en una narración historia nos puede hacer vivir una experiencia única dentro del confinamiento.

Desde la Asociación Provincial de Librerías, ¿cuáles son las máximas preocupaciones derivadas de esta crisis?

V.C. -La incertidumbre tras el regreso. Seguramente la sociedad cambiará en su actitud y hábitos. No podemos pensar que esto será solo un paréntesis. El miedo se quedará en nosotros y seguramente se notará en la manera de consumir cualquier producto o servicio. El virus pasará (tarde o temprano), nos hará más fuertes, quizás más cooperativos y solidarios, pero la economía y el empleo tardarán en recuperar su nivel actual.

En vuestro caso, como vendéis prensa, estáis abriendo por las mañanas. ¿Cómo están siendo las ventas estos días?

V.C. -La primera semana los clientes eran más constantes. Esta segunda semana se nota que no salen todos los días de casa a comprar y es una venta difícil de predecir. Teniendo en cuenta que la hostelería (principales clientes de prensa diaria) está cerrada, el número de ventas no ha descendido casi. Se está vendiendo más prensa a clientes particulares. Es cierto que la prensa deportiva ha descendido de forma notable.

¿Qué soluciones pedís para cuando despertemos de esta pesadilla?

V.C. -La solución debe de ser global, no solo para nuestro sector. Hemos de reflexionar sobre las consecuencias de externalizar (en China principalmente) el sector productivo de nuestro país. Nos hemos dado cuenta de que, desde respiradores hasta mascarillas, vienen fabricados de Oriente. Muchos libros de texto o álbumes infantiles proceden también de esa zona del planeta. Cada vez que dejamos de producir algún producto en nuestro país estamos perdiendo valor y capacidad de responder ante cualquier emergencia. No hemos de cerrarnos a colaborar con otros países, pero hay que buscar un equilibrio.

¿Cuánto podría tardar en recuperarse el sector?

V.C. -Es difícil de predecir. Los dos grupos editoriales más grandes de España están reprogramando sus novedades a partir del 12 de mayo. Esperemos que en esa fecha podamos volver a tener el engranaje en funcionamiento. Este será el primer paso. Las próximas navidades serán la prueba de fuego para las librerías. Seguramente hasta después del verano no podamos recuperar la actividad cultural que generan las librerías. En el limbo queda también la celebración del 23 de abril como Día del Libro, que tanto arraigo tiene en nuestra región.

El sector cultural, uno de los más castigados en esta crisis, está sacando pecho y ofreciendo su contenido gratuitamente. ¿Qué te parece esta reacción tan brillante?

V.C. -El consumo cultural de estas semanas estoy seguro de que será uno de los más altos del año. Muchos son los autores, editores, libreros, etcétera, que se están volcando para seguir teniendo presencia en las vidas de los españoles. Las redes sociales se llenan de infinidad de propuestas muy atractivas. Pero no hemos de dejar de mantener el valor del trabajo de los creadores y de los intermediarios que acercan con cariño día tras día la cultura a los ciudadanos.

Después de estos días de confinamiento en los que la cultura ha salvado a mucha gente del aburrimiento y la ansiedad, ¿crees que se valorará más cuando pase este problema?

V.C. -Estamos en una sociedad que (en general) valora la cultura de una forma óptima. Pero estoy seguro de que estos días servirán para que muchos lectores ocasionales se acerquen más a la lectura. La labor de los libreros será seguir iluminando el camino para descubrir nuevas historias y autores que los atraigan. Lo difícil no es escribir, lo complicado es captar el interés de la población a través de una historia plasmada en un libro y, ante todo, hacerlo con calidad.