Cultura

LÍRICA

La soprano barbastrense María Murillo pone música al confinamiento

Sandra Domínguez y Eduardo Rubio se han sumado a la iniciativa, que une Madrid y Pamplona

La soprano barbastrense María Murillo pone música al confinamiento
La soprano barbastrense María Murillo pone música al confinamiento
S.E.

BARBASTRO.- Una versión de la habanera Don Gil de Albalá, ópera cómica en tres actos estrenada en 1932, suena en redes sociales para escucharla durante el confinamiento gracias a la iniciativa de la soprano barbastrense María Murillo, la soprano Sandra Domínguez y el saxofonista Eduardo Rubio, profesores de la Escuela Especial Municipal de Música Joaquín Maya de Pamplona. La distancia de 390 kilómetros desde Madrid, donde reside María, hasta Pamplona no ha sido ningún impedimento para grabar, por separado, las partes, que luego "arregló" Eduardo Rubio.

"Es un video casero, producto del confinamiento, con una compañera y un amigo común, que son profesores de música. La unión de dos sopranos y un saxo ha dado buenos resultados, por lo menos para salir al paso de esta situación y contribuir a la causa como mejor sabemos", explica María Murillo, cuya última actuación ante los barbastrenses fue en la catedral en el concierto inaugural del Año Jubilar, en marzo de 2019, que compartió con Vanesa García, Beatriz Gimeno y la Coral Barbitanya.

"La iniciativa surgió sobre la marcha y nos ayudamos de un programa musical, cada uno en su casa, el montaje final lo hizo Eduardo. Una grabación de estas características lleva consigo mucho trabajo, con tres individuales, pero es posible. En mi caso estuve casi toda la mañana, pero ha quedado bien". María Murillo ensaya sola cada día. "Es un estilo de trabajo diferente, no lo llevo mal y miro el lado positivo de la situación. Saco partido a los medios técnicos que tengo en casa, en especial al ordenador, y a las ocho de la tarde me sumo a los aplausos desde el balcón".

Respecto a la posibilidad de que cante alguna canción desde el balcón, "pues, mira, me daría un poco de vergüenza, pero no lo descarto, y en ese caso buscaría alguna pieza atractiva", explicó en declaraciones a DIARIO DEL ALTOARAGÓN con el habitual mensaje de apoyo a través de redes sociales: "Yo me quedo en casa". Mientras, su madre Tere trabaja en el Hospital de Barbastro y contribuye desde el frente sanitario.