Manuel Vilas: "Todavía no se ha construido un discurso sobre esta crisis"

HUESCA.- La crisis sanitaria originada por la pandemia del coronavirus "es la primera cosa grave" que viven los nacidos "a partir de los años 50" y debido a su reciente impacto "todavía no se ha construido un discurso sobre esta situación".

Estas fueron dos de las reflexiones que lanzó este miércoles el escritor Manuel Vilas durante la celebración del Día Internacional del Libro, que le llevó a participar en un debate moderado por Cristina Pérez (Radio Huesca).

Organizado por el Ayuntamiento oscense y la Asociación Provincial de Librerías, el acto contó con José María Aniés, vicepresidente de la entidad.

El debate fue un éxito de convocatoria, puesto que nada más arrancar ya contaba con más de 200 espectadores de varios puntos de España e incluso de sitios como Praga (Chequia).

La crisis de la covid-19 fue el tema central del evento, en el que Vilas dijo que "poco a poco se irá generando un espejo en nuestras conciencias sobre lo ocurrido".

El autor de Ordesa reclamó que, cuando esto acabe, deberemos "exigir que la vida vuelva", porque "la obligación del ser humano es vivir en libertad".

Vilas llamó al optimismo y aconsejó estar "contentos y alegres en la medida de lo posible", aunque también confesó a este periódico que está "muy preocupado" por la crisis. "Hay mucha incertidumbre sanitaria y económica. En mi caso, estaba en plena promoción de la novela Alegría y he tenido que cancelarla", lamentó el escritor.

El barbastrense también aseveró que, en el plano profesional, esta crisis va a ser especialmente dura "para el sector de la cultura" y los "colaterales a él, como la vida social y pública". No obstante, el autor agradeció el apoyo del público a los profesionales y su labor. "El libro se ha convertido en un sitio de alivio y espero que se estén convirtiendo muchos lectores durante estos días, aunque creo que las series de televisión son las que más éxito están teniendo", sostuvo.

DEBATE

En la cita, Manuel Vilas fue preguntado por el público por otras cuestiones y confesó que, aunque muchos creían que era un hombre fúnebre, es un gran vitalista. "El 90 % de los escritores tenemos mucho sentido del humor", señaló.

El barbastrense aconsejó "contar hasta diez" antes de escribir según qué cosas en las redes sociales e incluso confesó su altura: 1,76 centímetros. "Son 4 menos que mi padre, que siempre me decía que era más alto que yo", dijo entre risas.