Cultura

MÚSICA

El festival openMIC ofreció su edición online más internacional

A finales de marzo se celebró la primera tras el confinamiento por el coronavirus

El festival openMIC ofreció su edición online más internacional
El festival openMIC ofreció su edición online más internacional
S.E.

HUESCA.- Tras la experiencia de su primera edición digital celebrada a finales de marzo, el festival oscense openMIC volvía el pasado fin de semana al formato online ampliando su duración a tres jornadas. En esta ocasión, el evento traspasó sus límites geográficos, habitualmente ceñidos al ámbito aragonés, y vivió su edición más internacional. Artistas de Perú, Estados Unidos, Holanda o Marruecos le confirieron un aire indudablemente cosmopolita a este festival mequedoencasa2, que esta vez tuvo lugar en horario de tarde.

Las dos primeras jornadas estuvieron marcadas por el influjo del hip hop. El viernes fue monopolizado por Yeray Ruiz, que ejerció de maestro de ceremonias en lo que resultó ser una especie de magacín con invitados. Ese día celebraba su cumpleaños, y así, entre cerveza y cerveza, se fue desarrollando una velada que comenzó con dos de los temas más emblemáticos de este MC que se mueve como pez en el agua entre el rap y el ragga: Smokin" Rap y No sé ná.

El primer invitado fue Guillermo Pons (del grupo Brotes Verdes), que le acompañó con la guitarra en uno de sus temas. Adelantó también algunas piezas nuevas y realizó una versión de los turolenses Chocabeat, que fueron sus siguientes invitados y que interpretaron un tema como aperitivo de su actuación del día siguiente en el openMIC. Y tras su tema Otro jazz, con su característico flow, muy natural, Yeray dio paso a su último invitado, al dj oscense Kikemán, que también fue protagonista en la programación del día siguiente. Así finalizaba la primera jornada.

HIP HOP & DANCE

El segundo del día, el hip hop volvió a ser el hilo conductor, aunque no de forma exclusiva. La presentación de esta velada corrió a cargo de Álvaro Gelabert, nombre real del rapero Cecuene, que dio paso a una de las propuestas más originales. Desde Tetuán (Marruecos), Ziyad, miembro del grupo de fusión Sangre Flamenca, interpretó un tema flamenco en formato a capella y con curiosas resonancias arábigas.

Al margen del espectro musical y luciendo su músculo multidisciplinar, el openMIC continuó con el microspectáculo de clown de Present Vicen y con un relato narrado por el cineasta Iñaqui Sanjuán.

Tomaron el relevo Chocabeat, representados por el oscense Symon y otro de los componentes de este emblemático grupo de hip hop turolense. En su extensa actuación, recorrieron el camino que va del jarkor rap más combativo a su faceta más groovy y fiestera.

José Miguel Sánchez, que ya intervino en la anterior edición online del festival, mostró esta vez dos originales videoanimaciones de estética abstracta.

Y después, de nuevo hip hop. El veterano MC zaragozano Cecuene, que también repetía, interpretó Camino a la perdición y otros de sus temas y se marcó una acertada impro dedicada a la covid-19.

El encargado de clausurar esta segunda jornada fue Kikemán, que ofreció lo que se esperaba de él: una intensa, alborotada y vertiginosa sesión de una hora a base de espíritu rock, ritmos jungle y muchos breakbeats. Sin reblar.

MOSAICO MUSICAL

El tercer y último día, el domingo, fue el más ecléctico, internacional y variopinto. Presentado por DJ Sherki (alter ego del oscense Alberto Gabarre), arrancó con Stella Smiles, proyecto del holandés Jan Westera, que fue un asiduo del bar Tránsito en los años 80 y que acompañó a la guitarra a su hija Stella en una pulida y brillante versión del Wicked Game, de Chris Isaak.

Por su parte, el oscense Sanromán, ex líder del grupo Plasma y afincado desde hace años en Madrid, tuvo que lidiar con continuos problemas de sonido (gajes del directo online), que deslucieron su refinado emopop de sutiles ecos impresionistas. Una lástima. Presentó Belmondo y otros dos temas de su nuevo EP En memoria.

Sin duda, uno de los momentos cumbre de esta tercera jornada lo protagonizó Sandra Lanuza. Esta prometedora artista oscense que se mueve en el ámbito de la música contemporánea, presentó, con su gato muy atento a la interpretación, dos excelentes temas: el restallante Rosa industrial para piano y electrónica y con unos magnéticos visuales y el envolvente Cada 30 segundos, para violonchelo y electrónica.

Cedió el testigo a Ángel Carmelo, que recitó uno de sus poemas de la forma más natural, sin aspavientos, intercalando citas de Tristan Tzara y Paul Eluard.

La siguiente protagonista fue Lara Bello, una cantante granaína de raíces jazzísticas (en su último disco colaboran nada menos que Richard Bona y Jorge Pardo), que ofreció con la guitarra dos delicados temas de corte intimista (Sola y Suave), terminando con una canción de inspiración folclórica latina acompañada con las maracas. Una sorpresa.

Los peruanos Indigo tuvieron ciertos problemas con el sonido, pero finalmente los solucionaron y pudieron mostrar la indudable potencia de su propuesta, en la que confluyen elementos del indie, el post-rock y el dream pop, con desarrollos muy elaborados que desembocan en finales catárticos. Otra sorpresa del festival.

Y no menos sorprendente fue la intervención de Entrepís Segona, un trío de creadores con base en Barcelona pero de neta raíz oscense, compuesto por Valentín Torrens, Toña Menéndez y Manel Palou, que presentaron uno de los capítulos de su delirante comedia hogareño-futurista Cuántica Visión.

El final de la jornada y de esta nueva edición online del openMIC corrió a cargo de DJ Sherki, que ofreció una excitante sesión titulada La vuelta al mundo en 80 ritmos, ilustrada con fotografías de sus viajes, en la que recorrió un amplio espectro sonoro, con especial atención a la infinita galaxia africana, de Manu Dibango a Kokoko! Una despedida con mucho ritmo.