Emociones a la carta invita a ser optimistas "celebrando la vida"

HUESCA.- Desperté de una horrible pesadilla, duró tantos, tantos días, con sus noches infinitas de insomnio, rabia y dolor. Y lloré por las almas que se iban, por quien todo lo perdía y en sus bolsillos tenía migajas de su valor. Y cuando pude salir grité con todas mis fuerzas: ¡Besad a quien tengáis cerca y abrazad para sentir! Ya no hay más calles vacías. Valoremos el día a día con la lección aprendida y celebremos la vida.

Así comienza el mensaje de esperanza y optimismo que lanza Emociones a la Carta en las redes sociales. Toño Julve, artífice y director de esta formación musical, es el autor de Celebremos la vida, una canción a la que ha puesto música David Cay, y que el cantante interpreta acompañado por el resto de voces del grupo.

Como explica Toño Julve, "los momentos tan duros que estamos viviendo con este maldito virus, nos llevan a todos a reflexionar lo importante que es celebrar la vida, vivir con intensidad cada segundo de nuestra existencia".

Por eso, en una noche de insomnio saltó la chispa, cogió papel y bolígrafo y decidió que la mejor forma de alegrar este confinamiento era ponerle voz a lo que vendrá una vez que salgamos del estado de alarma, "cuando la distancia social se rompa y el saludo vuelva a ser con un abrazo".

Emociones a la Carta es un grupo oscense formado por voces e instrumentistas procedentes de diferentes estilos, que se dedica de forma especial a poner música en todo tipo de eventos, "una labor a la que siempre nos hemos entregado en cuerpo y alma, y tarea que, precisamente en estos días, nos reafirma en la idea de que hacemos algo realmente hermoso, festejar con las personas sus momentos más especiales".

Como eso es algo que actualmente no se puede hacer, desde Emociones a la Carta han querido, con esta canción, "mandar un mensaje de esperanza desde Huesca, nuestra ciudad y desde Aragón, a todos los rincones del país para compartir este sentimiento tan bello: Celebremos la vida", y lo hacen con un video en que se van sucediendo imágenes de todas las capitales de provincia, en las que se ven sus rincones más emblemáticos vacíos en un caso y llenos de gente en otro, en un guiño a lo que es y será, pero siempre sin perder de vista que hay que celebrar la vida.