Cultura

DÍA INTERNACIONAL DE LOS MUSEOS

Salas en silencio y trabajo en el taller y archivo en el Diocesano de Huesca

Susana Villacampa guiará este lunes un recorrido virtual por todo este museo

Salas en silencio y trabajo en el taller y archivo en el Diocesano de Huesca
Salas en silencio y trabajo en el taller y archivo en el Diocesano de Huesca
M.D.H.

HUESCA.- El Museo Diocesano de Huesca surgió en 1945 ante la necesidad de albergar el llamado Tesoro de la Catedral que contenía importantes piezas de la misma y de otras iglesias de la diócesis. Sus colecciones se disponen en tres espacios arquitectónicos: la sala y antesala capitular para la orfebrería, los claustros para pintura y escultura medieval y la parroquieta para pintura y escultura renacentista y barroca.

Toda esa riqueza artística y patrimonial de la diócesis espera silenciosa a poder ser disfrutada de nuevo de forma presencial, algo que quizá pueda ocurrir a finales de este mes de mayo o principios de junio, siempre atendiendo a las requerimientos que marca el estado de alarma, y siguiendo escrupulosamente las medidas sanitarias e higiénicas que se vayan recomendado.

En cualquier caso, y sumándose al Día Internacional de los Museos que se conmemora este lunes, 18 de mayo, el Diocesano de Huesca propone un recorrido virtual por las salas y principales piezas, que presentará su director, José María Nasarre, y guiará la técnico del mismo, Susana Villacampa. Se podrá ver, a partir de media mañana, en las redes sociales de Facebook y Twitter, además de darle difusión en la página web del museo.

Desde que comenzó el confinamiento, la única persona que ha podido recorrer estas salas y disfrutar en silencio de ellas ha sido Susana Villacampa, que lleva dos meses trabajando a puerta cerrada "en asuntos relacionados con archivo y gestión de la colección".

En estas semanas, Villacampa ha estado centrada en el catálogo de las fichas, la actualización de datos, tanto de archivo como de biblioteca, además de "seguir con la difusión a través de las redes sociales", y todo ello sin dejar de lado la conservación "tanto de lo que hay en las salas como en almacén, controlando humedades, temperaturas..., y comprobando que todo estaba en orden".

A Susana Villacampa se unieron en la primera semana de mayo, algunas restauradoras que trabajan en el taller, "no en piezas del museo sino en encargos que se le hacen a la diócesis por parte de otras instituciones, ya que son piezas que proceden de iglesias parroquiales y otros lugares y que se están restaurando en los talleres del Museo Diocesano, que no solo se utilizan para restaurar y conservar su colección, sino también para las de otras iglesias, ermitas...".

Este museo es un espacio vivo, y aunque sus puertas estén cerradas, sigue activo. Susana Villacampa reconoce que, pese a que "la parte más importante es la difusión a través de las salas, la colección y los visitantes que se acercan, hay otras facetas que habitualmente no se ven, como son la conservación, el archivo, la catalogación, el registro de piezas, el orden de toda la documentación que genera la propia colección, la biblioteca... Hay mucho trabajo detrás de lo que se expone y que muchas veces tenemos que dejar aparcado para poder atender el día a día de los visitantes y de las visitas guiadas, y ahora nos está dando un poco de tiempo para ponerlo en su sitio".

Centrada en esa labor, Villacampa tampoco descuida la puesta a punto para cuando el Museo Diocesano pueda abrir sus puertas de nuevo y que, de alguna manera, también dependerá "de la movilidad que haya a nivel de visitantes, del turismo, porque nosotros dependemos mucho del turismo nacional, que es la mayor parte, pero también del europeo: francés, alemán, de los Países Bajos...".

Por ello, y para cuando la actividad presencial se retome, desde la institución están analizando alternativas para que la reapertura sea con todas las garantías. La técnico explica que, por ejemplo, las rutas que se hacen a través del museo tendrán "una entrada y una salida diferente para no tener que juntarse en las salas".

Asegura, asimismo, que los grupos numerosos "ya no podrían tener cabida hasta que se nos indique lo contrario", o que se suspenderán "las visitas guiadas para grupos muy grandes".

Susana Villacampa insiste en que son circunstancias complejas "que requieren de un estudio detallado para evitar poner en riesgo tanto a los visitantes como a los propios trabajadores del museo".

La vista al Museo Diocesano de Huesca se hace junto a la de la catedral y la torre campanario, y el número de personas que lo recorre "es bastante aceptable", con una media de "40.000 al año porque recibimos visitas derivadas a través de la Oficina de Turismo, y eso implica un mayor número de gente, y con momentos del año (puentes y festividades concretas), en los que el volumen es grande". Por esa razón, "al ser un edificio histórico donde está instalada la colección y el museo, a veces las zonas de paso se estrechan, son pasillos, puertas..., y hay que estudiarlo todo muy bien para evitar que esos cruces pongan en peligro a nadie", insiste Villacampa.

De lo que se trata es de disfrutar del Museo Diocesano "con comodidad y seguridad", y en ello están trabajando para que se pueda admirar su colección con todas las garantías.