HUESCA.- El Museo de Huesca acogió ayer este miércoles el estreno de La alborada, un espectáculo de Katharsis Ensemble, con el que se inauguró la tercera edición del ciclo "Música para noches de verano", que acogen los museos del Gobierno de Aragón.

Ideado por los músicos aragoneses, Ricardo Gil Sánchez y Juan Gomollón Bel, Katharsis Ensemble debutó anoche en la escena cultural con una propuesta que combina danza y música para simbolizar el amanecer artístico del grupo.

El espectáculo se divide en dos partes bien diferenciadas. La primera, que evoca la incertidumbre y la penumbra de la noche, da paso a una segunda más luminosa, que destila el júbilo y el esplendor propios de "La alborada". De este modo los artistas reflejan su propio despertar como agrupación, celebrando con música y movimiento la venida de un nuevo día y, con él, de una nueva oportunidad.

Valiéndose de una composición variable según el tramo del concierto y la consiguiente versatilidad, la formación ofreció una producción singular e innovadora, manteniendo su precepto fundacional de explorar nuevas y diversas maneras de conectar con el público.

Los integrantes de Katharsis, que han estudiado en los mejores centros nacionales y en prestigiosos conservatorios europeos, han elegido el Alto Aragón (este miércoles actuaron en Huesca y este jueves lo harán en el Auditorio San Francisco de Monzón, a las 20:30 horas) para presentar una producción singular que amalgama la música de cámara y la danza. En La Alborada, el conjunto interpreta obras de Cage, Adès, Bach, Muffat, Purcell, Biber y Boccherini.

"Una de nuestras señas de identidad es la composición variable y la versatilidad", destaca Ricardo Gil Sánchez, director artístico de Katharsis. "En este espectáculo incorporamos elementos innovadores para el repertorio escogido y, además, los intérpretes vamos alternando nuestros roles para conseguir el efecto escénico buscado".

Además, Katharsis Ensemble quiere combinar su apuesta por actuaciones del más alto nivel con el arraigo a Aragón, su tierra de nacimiento. De hecho, en La alborada, la mayoría de los intérpretes son aragoneses, destacando entre ellos dos músicos de la provincia de Huesca como son la montisonense Eugenia Boix o el oscense Antonio Viñuales Pérez.