Cultura

MÚSICA

Noelia Rodríguez y Daniel Escartín interpretaron sus temas favoritos en el Parque Miguel Servet de Huesca

El repertori lo definió certeramente Noelia diciendo que eran "las canciones de nuestras vidas"

Noelia Rodríguez y Daniel Escartín interpretaron sus temas favoritos en el Parque Miguel Servet de Huesca
Noelia Rodríguez y Daniel Escartín interpretaron sus temas favoritos en el Parque Miguel Servet de Huesca
V.L.

HUESCA.- Soul, en inglés, significa alma. Y, realmente, pocas veces una música ha sido mejor definida por la palabra que le da nombre. El soul es, efectivamente, música con alma, capaz de transmitir todo un caudal de emociones y sentimientos.

La oscense Noelia Rodríguez es una apasionada del soul y el R&B, como lo ha demostrado con creces al frente de Noe & the Bobifaces y otros proyectos. Dueña de una voz privilegiada, llena de "feeling", con la que consigue expresar un arco infinito de sensaciones, ha iniciado una nueva aventura junto a su pareja, Daniel Escartín, antiguo batería de Manacor, que, para sorpresa de muchos, el domingo se reveló como un excelente guitarrista, en el debut en directo de este dúo en el Teatro Griego del Parque Miguel Servet de Huesca, con el que se clausuró el ciclo Tardes de Verano en el Parque.

La unión de la cálida voz de Noelia, a veces apoyada por sutiles efectos, con el toque dúctil de la guitarra de Daniel, que incorporó loops que aportaron una mayor riqueza a la música, consiguió calentar la fría tarde del último domingo de agosto.

El repertorio de su actuación, formado íntegramente por versiones, lo definió certeramente Noelia diciendo que eran "las canciones de nuestras vidas".

Canciones que no se circunscriben al soul, sino que también incluyen pinceladas de pop y rock. Todo ello, eso sí, en un formato intimista y cercano.

La velada comenzó con Back to black, de la malograda Amy Winehouse. Una canción que le viene como anillo al dedo a Noelia Rodríguez, algo que también se puede decir de Fallin", de Alicia Keys, una de las cumbres del R&B del siglo XXI.

Alternando el inglés y el castellano, después acometieron Peces de ciudad, tema que Joaquín Sabina y Pancho Varona compusieron para Ana Belén, al que siguió la versión soul que Allen Stone hizo del Is this love, de Bob Marley.

Tras interpretar Lost on you, de LP y Un golpe de suerte, de Carmen Boza, no podía faltar un tema como Sargento de hierro, de Morgan, el grupo que ha llevado el soul al terreno indie.

Y el blues Tennessee Whisky, de Chris Stapleton, pleno de sentimiento, precedió a una de las grandes gemas del Rey del Pop, The way you make me feel, de Michael Jackson. Después, la balada More than words, de Extreme, dio paso a una breve sección dedicada a los jóvenes cantautores del momento actual, con Para quedarte, de El Kanka y el himno feminista La puerta violeta, de Rozalén.

El final quedó reservado para dos enormes damas de la música negra, con sendas interpretaciones del delicado Killing me softly with his song, de Roberta Flack, y del vibrante Think, de la gran Aretha Franklin. Por cierto, hoy y el jueves, los Multicines Cinemundo, en el marco del ciclo Cine Gourmet, proyectan el documental Amazing Grace que, sobre la gran Aretha, filmaron Sydney Pollack y Alan Elliott.

El público, cuyo entusiasmo había ido creciendo durante el concierto, reclamó un bis, que llegó de la mano de otras dos canciones que demostraron la versatilidad del dúo: Para no ver el final, de M Clan (que también sonó en la reciente actuación de los murcianos en Huesca) y un Don"t stop me now, de Queen, coreado por los asistentes.

Fue el colofón a una velada realmente agradable y plenamente disfrutable. Pero, aun a riesgo de hacerse pesado, este cronista insiste: ¿Cuándo podremos gozar de esta maravillosa voz interpretando un repertorio propio? Con toda seguridad, muchos compositores y productores se la rifarían.