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"Las niñas" es un largometraje "para ver en la gran pantalla"

La directora Pilar Palomero habla sobre el éxito de su ópera prima

"Las niñas" es un largometraje "para ver en la gran pantalla"
"Las niñas" es un largometraje "para ver en la gran pantalla"
S.E.

ZARAGOZA.- Tres semanas después del estreno de Las niñas, su directora, Pilar Palomero, celebra que la cinta haya logrado llevar a las salas a tantos espectadores como habían estimado antes de la pandemia, ya que es una película "para ver en el cine".

"Estrenar en la pandemia nos ha hecho ser más libres y tener menos expectativas de todo. Vivir el día a día", revela la cineasta zaragozana, quien protagonizó recientemente el arranque de la nueva temporada de La Buena Estrella, el ciclo de coloquios de la Universidad de Zaragoza.

Durante el tiempo de confinamiento "había mucha incertidumbre y no había expectativas, porque todo podía ocurrir". Ahora, la cineasta aragonesa agradece la buena acogida, y que los espectadores conciban el cine como "un lugar seguro" para disfrutar de su primer largometraje, que se hizo con la Biznaga de Oro del Festival de Málaga y el premio Feroz Puerta Oscura.

Como indicó la directora, en el filme todo está narrado desde el punto de vista de la "pequeña" protagonista, para tratar de que los espectadores entendieran lo que ella estaba sintiendo.

Desde el público sugirieron que la cinta recuerda a la "Nouvelle Vague" y Palomero reconoció una "aproximación en la forma de rodar" de estos cineastas franceses que experimentaron con la libertad técnica.

"Está el hecho de buscar ese realismo y no tener una planificación cerrada, sino que íbamos con la cámara siguiéndola a ella y a las niñas", manifestó la cineasta, quien reconoció la influencia de François Truffaut y películas como Los cuatrocientos golpes (1959) o La piel dura (1976).

La directora remarcó que en la cinta también se han permitido licencias y que, en todo caso, es "un ejercicio subjetivo": "Para mucha gente su 92 no era así, pero mi 92 sí que lo fue", agregó.

Palomero confesó que hay componentes autobiográficos en la película, ya que ella, como "las niñas", estudió en un colegio de monjas concertado, en la Zaragoza de 1992. Escoger ese año fue "cuestión simbólica" al ser un tiempo "muy recordado en la historia reciente de España".

La creadora reconoció cierta "cuestión nostálgica", a raíz de encontrar unos cuadernos de religión de ese año, que la llevaron a investigar y a hablar con su familia y amigos sobre esa época.

"Fui descubriendo esas pequeñas contradicciones del año 92. Con mensajes que estaban ya un poco pasados de moda, bastante conservadores, y una España y una Zaragoza que ya iban por otro camino", contextualizó la directora de una de las películas del año.