La seo oscense celebra 500 años de la firma de su retablo mayor

HUESCA.- A comienzos de septiembre de 1520, Damián Forment contrataba el retablo mayor de la catedral de Huesca y, por exigencias del trabajo, se trasladó al año siguiente a la capital altoaragonesa, con su familia y su taller.

El retablo de la seo oscense, por sus características y envergadura, es la segunda gran obra y más cara (cinco mil ducados de oro) contratada por Forment, y uno de los proyectos más ambiciosos de Aragón.

Para conmemorar los 500 años de la firma del retablo y la llegada del escultor a la capital altoaragonesa, el Museo Diocesano y la catedral han organizado un programa de actividades, que incluye visitas guiadas y teatralizadas al retablo mayor los viernes 2, 9, 16 y 23 de octubre a las 19;00 horas, y con acceso por la entrada de la seo.

La entrada es gratuita con inscripción previa y hasta completar el aforo, que será de 25 personas por visita. Las inscripciones se deben llevar a cabo en la recepción del Museo Diocesano de Huesca, de 10:30 a 14;30 horas de lunes a sábado, o a través del teléfono 974 23 10 99 de 9:30 a 14:30 y de 16:30 a 19:00 horas.

Las visitas serán llevadas a cabo por la guía del Museo Diocesano Susana Villacampa, historiadora del arte, en colaboración con lo Talleres Municipales de Teatro y Danza de Huesca (ITHEC).

Asimismo, se ha previsto la conferencia La vida cotidiana en el taller de Damián Forment, escultor del Renacimiento, a cargo de la profesora y doctora Carmen Morte García, especialista en la figura de Damián Forment y la escultura renacentista en Aragón. Esta conferencia cuenta con la colaboración del Instituto de Estudios Altoaragoneses de la Diputación de Huesca y se desarrollará el 30 de octubre en el Salón del Tanto Monta con acceso por la calle Palacio. La entrada es libre hasta completar el aforo máximo de 50 personas y se aconseja inscripción previa.

OBRA

El retablo de Forment, compuesto de sotabanco, tiene un cuerpo de tres calles y guardapolvo. En el primero están dos medallones con el autorretrato de Forment y su hija Úrsula, mientras en la parte inferior del banco aparecen siete historias de la Pasión de Cristo y encima se sitúan los apóstoles por parejas y Cristo en majestad. En los extremos están San Lorenzo y San Vicente. El cuerpo, como en el retablo del Pilar, es un gran tríptico con tres escenas, pero en Huesca de tema cristológico: camino del calvario, crucifixión y descendimiento. Encima del grupo central se dispone el expositor con el Padre Eterno. En las vistosas polseras de madera, que parecen apoyar en dos esculturas de profetas en alabastro, se localizan los escudos del cabildo y repartida entre la mazonería hay una multitud de esculturas de diverso tamaño.