Cultura

MEMORIA HISTÓRICA

"Aragón desgajado" recupera las historias de aragoneses exiliados

Se trata de una obra colectiva para entender los exilios republicanos de 1939

"Aragón desgajado" recupera las historias de aragoneses exiliados
"Aragón desgajado" recupera las historias de aragoneses exiliados

HUESCA.- Con el objetivo de recuperar, para la memoria colectiva de Aragón, los nombres de prestigiosos republicanos aragoneses, en distintos campos, que se vieron obligados a exiliarse para sobrevivir primero al franquismo y, en muchos casos, al nazismo después, surge el libro de investigación Aragón desgajado: los exilios republicanos de 1939, coeditado por el sello zaragozano Doce Robles y el Instituto de Estudios Altoaragoneses, de la Diputación Provincial de Huesca.

Se trata de una obra inédita en la que, bajo la coordinación de Alberto Sabio Alcutén, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y actual director del Instituto de Estudios Altoaragoneses, diez autores han unido conocimientos para ofrecer análisis y semblanzas originales sobre diversas personalidades aragonesas del arte, la ciencia, la literatura o el cine, forzadas a la expatriación.

Según explica Sabio, "hemos encontrado trayectorias que prácticamente eran desconocidas, porque muchos de estos exiliados acabaron, tras pasar la frontera, en un primer exilio en Francia, casi siempre en campos de concentración, entre alambradas, o semienterrados en las playas, pero los que lo consiguieron, que no fueron todos, cogieron un barco y cruzaron el Atlático, para llegar a América, fundamentalmente a México, y allí hemos encontrado trayectorias de las que no sabíamos nada".

Advierte el coordinador de la obra que han prestado atención "a la transición y a los retornos porque, pasaron muchos años, y algunos murieron sin pisar suelo español pero otros pudieron retornar, aunque lo hacen a un país donde pierden el sentido de la realidad, es completamente distinto del que habían abandonado y están un poco desubicados". Así, Aragón desgajado profundiza en las vivencias, motivaciones, esperanzas y compromisos de figuras como el magistrado José Luis Galbe Loshuertos; los pintores Agustín Alamán, José Luis González Bernal, Ramón Martín Durbán y Manuel Viola; el caricaturista José Cabrero Arnal; los bibliotecarios María Luisa González y Juan Vicens de la Llave; los escritores Benjamín Jarnés, Joaquín Maurín, María Dolores Arana, José Ramón Arana y Ramón J. Sender, y el cineasta Luis Buñuel, entre otros, y con el cual se ha pretendido "homenajear a estas personas y a sus hijos y nietos", según Sabio.

En concreto, este libro, que ya se encuentra a la venta, sigue los pasos de estos aragoneses a través del exilio desde Francia hasta países como Argentina, Cuba, Venezuela o México, para lo cual se ha contado con expertos como el escritor Javier Barreiro, los periodistas Esther Puisac y Víctor Pardo, los historiadores Amparo Martínez, Alberto Sabio y Manuel García Guatas y los profesores José Domingo Dueñas y Mary S. Vásquez.

Todos ellos han dedicado años de trabajo para "completar un poco más ese puzzle del exilio que sigue abierto" según apuntan desde la propia publicación, porque, como recuerda el coordinador de la obra, "tenemos una imagen simplificada de lo que es el exilio, que es desde que salen por la bolsa de Bielsa a Francia, hasta que en 1977, cuando se inicia la transición, descienden por la escalerilla de un avión Rafael Alberti o La Pasionaria", pero Aragón desgajado desvela "qué sucedió en esos cuarenta años" y lo hace dando visibilidad a personas, más y menos conocidas, porque rememora que "al terminar la Guerra Civil, hace ya más de 80 años, miles de personas se vieron obligadas a salir de España por distintos puntos fronterizos y con ellas se marchó todo un caudal de ciencia y de cultura que no han obtenido después el reconocimiento público merecido".

En este sentido, Sabio hace hincapié en que a muchos de estos aragoneses se les ha reconocido públicamente en sus países de destino y, sin embargo, en sus lugares de origen son desconocidos y "no solo en el mundo de los escritores que quizá es el más conocido, sino también en el de los oficios". Así, explica cómo un sastre de Jaca terminó haciendo los trajes al presidente de México Lázaro Cárdenas, e incluso hizo los prototipos del traje de astronauta de Yuri Gagarin o por qué el sistema de bibliotecas mexicano, en buena medida, es deudor de la labor de María Luisa González, bibliotecaria, que había trabajado con María Moliner. Pero sobre todo, insiste Sabio en que "muchos de los exiliados estaban relacionados con el sector del libro, pareciendo que éste fuese un vehículo imprescindible para defender toda una serie de causas que habían quedado derrotadas por las armas durante la guerra".

Como no podía ser de otra manera, en la obra adquieren principal protagonismo las grandes figuras como Luis Buñuel, Joaquín Maurin o Ramón J. Sender, para lo que se ha buscado los vínculos entre ellos porque "hemos intentado que hubiese una especie de red entre muchos de los aragoneses exiliados". Uno de los principales escritores de la agencia neoyorquina de Maurin fue Sender, quien "además trabajó haciendo las versiones en español de la Metro-Goldwyn-Mayer, como Buñuel", indica Sabio.

El libro contiene un capítulo a cargo de Sara Villarías dedicado a la función, "más de asistencia que de sociabilidad", que ejerció el Centro Republicano Español de México, en el que los aragoneses Mariano Joven y Eduardo Castillo tuvieron un protagonismo esencial durante los años más duros del exilio.

Aragón desgajado cuenta con una redacción cuidada ya que, además de tratarse de un libro académico, pretende "en la medida de lo posible, entretener a través de la verdad histórica", manifiesta Sabio, e invitar a la reflexión porque "el libro afecta a la cultura cívica de nuestra sociedad y permite, eso ya depende de cada lector, comparar la situación con refugiados actuales que huyen de otros conflictos, de otros abusos y de otros tiranos pero que tienen la misma necesidad de asilo y afecto que tenían estos miles de exiliados de hace décadas".

Sabio pone sobre la mesa otras historias como las de varias maestras de Huesca, con importantes vínculos internacionales como Trotsky, que podrían terminar en una segunda publicación sobre el exilio.