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Gervasio Sánchez muestra en Huesca las violencias contra las mujeres en conflictos internacionales

El Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca acoge esta exposición hasta el 6 de enero

Gervasio Sánchez muestra en Huesca las violencias contra las mujeres en conflictos internacionales
Gervasio Sánchez muestra en Huesca las violencias contra las mujeres en conflictos internacionales
P. S.

HUESCA.- “La violencia contra las mujeres es permanente. Está aquí al lado, junto a nuestra casa o, incluso, en nuestros propios edificios puede haber situaciones de violencia a veces invisibles, pero en las guerras es cuando realmente se desborda, y contra las mujeres aún más”.

Esas palabras las ha pronunciado Gervasio Sánchez en la inauguración en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca de su exposición 'Violencias contra las mujeres en conflictos internacionales', organizada por el Ayuntamiento de Huesca y el Instituto Aragonés de la Mujer, en la que ha estado acompañado por el concejal de Cultura, Ramón Lasaosa, y la directora de IAM en la provincia, Elena Pérez.

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Con cuatro décadas recorriendo países en guerra, este fotoperiodista ha trabajado en zonas de todo tipo de culturas, etnias y violencia cotidiana, irregular y extrema, reconoció que en estos lugares en conflicto “siempre hay unas violencias específicas contra las mujeres”.

Las bombas caen y matan a hombres y mujeres de cualquier edad, y la reacción ante un bombardeo es la huida para empezar de cero en otro lugar, y eso lo hace un hombre, una mujer, un anciano, un niño o una niña. “Pero hay violencias específicas contra las mujeres que se reproducen continuamente en los conflictos armados, por ejemplo, las violaciones. Evidentemente, también hay hombres violados, pero la violación como arma de guerra se utiliza contra las mujeres de manera permanente, a pesar de que Naciones Unidas solo decidió convertirlo en un crimen de lesa humanidad que no prescribe a partir de 2006”. Para entonces, Gervasio Sánchez llevaba 25 años trabajando y había visto y contado “historias de violencia sexual en zonas de conflicto”.

En cualquier lugar, pase lo que pase, se cual sea el color de la piel, “la violencia sexual es permanente y algo que sufren mucho las mujeres”, ha recordado Sánchez, que ha apuntado que en “los matrimonios forzosos contra las menores de edad, ya que en los hombres también se da pero tienen más posibilidades de decidir con quién se casan engañando al padre, que le busca una y diciendo que me gusta más otra, las mujeres no lo pueden hacer”.

En Afganistán, donde Gervasio Sánchez ha trabajado mucho la violencia sexual y contra las mujeres en forma de matrimonios forzosos, “siempre, siempre, la mujer tiene que aceptar lo que considere conveniente el padre, y muchas veces los suicidios se producen por estas situaciones. De hecho, Afganistán es el único país del mundo donde hay más suicidios de mujeres que de hombres”.

En el caso de la violencia como refugiados o desplazados, las mujeres son las que tienen que cargar a los niños pequeños, llevar los útiles de cocina y aseo para poder empezar de nuevo, y de plantar el arroz o los fijoles en lugares que están minados. Cuando Gervasio Sánchez ha abordado temas de minas se ha encontrado a muchas mujeres “que han sufrido amputaciones por el hecho de ser ellas las que trabajan la tierra o van a buscar el agua”. Una realidad a la que no son ajenas las niñas, “que son las que hacen ese trabajo cada mañana antes de ir al colegio o, a veces, teniéndolo que sacrificar el colegio para llevar el agua a casa”.

Esta radiografía de los países en conflicto armado confirma que “hay una serie de violencias tremendas que siempre sufren las mujeres, y ser mujer en una guerra es mucho peor que ser hombre, que siempre suma muchos más sufrimientos”, dijo Sánchez, que con sus fotografías reivindica las historias de las víctimas civiles en las guerras y demuestren que los conflictos no acaban cuando éstas finalizan.