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La revista "El Gurrión" de Labuerda cumple cuarenta años este mes de noviembre

La publicación del número 161 se produce en unos tiempos que marcan una nueva era

La revista "El Gurrión" de Labuerda cumple cuarenta años este mes de noviembre
La revista "El Gurrión" de Labuerda cumple cuarenta años este mes de noviembre

HUESCA.- Sin quienes escribieron en los números 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10... no estaríamos aquí, alegremente, "cantando los cuarenta". Tampoco sin aquellas personas colaboradoras que, cuando más falta hacían, aparecieron en nuestra geografía y escribieron en cada número para levantar el ánimo y ayudar a que fuera posible la empresa.

Y, por descontado, sin todas las que se han ido sumando, durante un significativo número de años, trimestre a trimestre, tampoco habría "gurriones" que leer... Para llegar hasta hoy, con revistas de 60 páginas, sin publicidad y más de treinta personas compartiendo la autoría de cada número, fueron necesarias la ilusión y el trabajo desinteresado de quienes se involucraron de manera importante los primeros años...

De modo que, con este número capicúa: el 161, celebramos la existencia tenaz, durante cuatro décadas, de un esfuerzo colectivo. No es necesario sacar pecho, pero viendo cómo se viven algunas celebraciones de cinco, diez, quince, veinte años de existencia, tenemos motivos sobrados para sentir un íntimo orgullo y una natural satisfacción.

No hay noticias, desde que existe Sobrarbe, de una publicación periódica que haya alargado tanto tiempo su existencia y que lo haya hecho con un compromiso de periodicidad cumplido a rajatabla; en este caso, durante 161 trimestres consecutivos...

Es justo recordar que los pequeños reconocimientos, en forma de palabras amables y animosas nos han ayudado enormemente a seguir... No solo las que quedaron impresas en algunos números señalados, más o menos emblemáticos, como el 50, el 75, el 100 o el 150. Si echamos un vistazo a la sección "Correos electrónicos recibidos" de muchos ejemplares, veremos el impacto emocional que genera la recepción de la revista, desde que aparece el sobre en el buzón hasta que está ya en manos de la lectora o del lector.

Esas palabras escritas bajo los efectos de la emoción, nos llegan muy hondas y son combustible para levantar el ánimo y seguir "echando a volar nuevos gurriones".

Una empresa que se sustenta en el voluntarismo y la ilusión es siempre un ser o un ente frágil. Lo realmente sorprendente, en este caso, es que a pesar de todo se mantiene una nómina de irreductibles animadores de la escritura, la divulgación y la cultura, que no reciben otra recompensa que ver sus palabras y su nombre impresos en las páginas de un Gurrión tras otro y que hacen posible que ese ser o ese ente recobre presencia literaria cada tres meses. De esa manera, "pajarico a pajarico", hemos llegado a formar una hemeroteca que, con este ejemplar, alcanza las 5.660 páginas.

Siempre es buen momento para recordar y agradecer, sincera y profundamente, el trabajo desinteresado de quienes, en algún momento, han colaborado para que la revista haya seguido su camino imparable hasta la actualidad; y aquí incluimos también a quienes han aportado el dinero de la suscripción, año tras año.

En estos cuarenta, hemos soltado varias decenas de miles de gurriones que han volado a los domicilios de quienes deseaban recibirlos, por toda la geografía peninsular y más... Este texto es o quiere ser un reconocimiento general a los esfuerzos individuales de cientos de colaboradoras y colaboradores que, a lo largo de cuarenta años, han hecho posible este hito colectivo, con la máxima conocida de "piensa globalmente, actúa localmente".

Hemos pasado un año difícil, el negro "Año de la Pandemia", como será recordado; precisamente cuando celebrábamos "el año cuarenta de la era Gurrión" y creemos que, a algunas personas, la llegada de la revista les ayudaba a levantar el ánimo en estos momentos tan poco gratos.

A nosotros no se nos ha quebrado el ánimo todavía y, por eso queremos pensar en un horizonte finalmente despejado de la amenaza de ese "nanobicho" que se ha llevado a tantas personas y tantas ilusiones por delante; un horizonte donde este pajarico siga volando y te acerque sorpresas escritas que te animen y te hagan compañía. Y mientras "cantamos los cuarenta", te deseamos -como siempre- salud y buenas lecturas.