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la entrevista

Pascual Martín: "El doctor Romera era una persona polémica que dio algo de 'vidilla' a la política"

El escritor recupera la figura del renombrado cirujano y político Doctor Romera, cuya carrera profesional despuntó en Huesca

Pascual Martín
Pascual Martín
S. E.

Vicente Martín Romera, conocido popularmente como el Doctor Romera, fue un renombrado médico y político, que comenzó su carrera en Huesca, y terminó como diputado socialista por el Frente Popular durante las últimas Cortes de la República, formadas en las Elecciones Generales del 36, aunque pocos meses después fue fusilado.

Ahora, el escritor Pascual Martín, rescata esta curiosa historia de uno de los hermanos mayores de su bisabuelo, que murió sin descendencia, al que ha querido sacar del olvido para poner en valor su figura y su disposición al servicio de la sociedad española de la época.

“Gracias a la colaboración de don Luis García, del Archivo Diocesano de Huesca, descubrí que mi familia procedía de Lanaja, donde ya no queda ni rastro de mis antepasados puesto que ninguno de los hijos de mis tatarabuelos se quedó en la zona”, atestigua Martín y subraya que “la investigación no ha sido una tarea sencilla”.

Aunque natural de Madrid, la vida del doctor Romera estuvo vinculada a Huesca donde comenzó su trayectoria política, militando en las juventudes del Partido Liberal y, también, su ocupación médica, al iniciarse como doctor destinado en Los Monegros y poco después en el hospital de Huesca, ciudad en la que estableció su consulta particular, en el Coso Bajo, 41, entre 1911 y 1915. Aunque la mayor parte de su vida la desarrolló en Córdoba, donde ejerció como cirujano en la Beneficencia local por lo que se le pudo conocer como ‘el médico de los pobres’, tal y como se indica en el libro de La República y la Guerra Civil en Córdoba, de Francisco Moreno Gómez, y a donde previsiblemente, según explica el autor del libro, se trasladó por amor a la que fue su esposa, Emilia Simón, natural de Mallén (Zaragoza), hija del director de la sucursal de Banco de España en Huesca y que, posteriormente, fue trasladado a la capital cordobesa.

“También podría haber sido conocido como el médico de los toreros” destaca Martín y relata que, “además, eso le habría gustado porque era un gran aficionado a las corridas de toros”. Hay datos que indican que atendió a importantes matadores de la época como Juan Belmonte o Ignacio Sánchez Mejías.

Sobre su faceta política, revela que “por lo visto, era una persona de partido, parece ser que fue un hombre de Largo Caballero”. Y, en cuanto a su asesinato, apunta que “lo recoge Paul Preston en su libro el Holocausto español, donde habla del doctor Romera como un hombre muy querido” e, insiste Martín, en que “era una persona polémica que dio algo de ‘vidilla’ a la política, de hecho, le dedican un artículo en el que lo comparan con un camaleón”.

Entre otras curiosidades, indica que “en 1933 visitó la Unión Soviética en un momento en que se retomaban las relaciones con España y, según la prensa de la época, regresó impresionado con el proyecto soviético”.