Cultura

DÍA INTERNACIONAL DE LIBRO INFANTIL Y JUVENIL 

La literatura infantil y juvenil se defiende: “No es de segunda categoría”

Autores como Mallorquí o Barceló exigen el espacio que se merecen, porque son los que crean a los lectores del mañana

La escritora Elia Barceló ha vendido más de 100.000 ejemplares de “Cordeluna”.
La escritora Elia Barceló ha vendido más de 100.000 ejemplares de “Cordeluna”.
S.E.

Son los verdaderos superventas de España, pero sus nombres no son conocidos ni reconocidos. Esta es la realidad de autores de literatura infantil y juvenil como Pedro Mañas, Puño o Elia Barceló, escritores que reclaman ese espacio que se merecen, porque son los encargados de crear a los lectores del mañana.

Basta atender a las cifras de ventas de autores como César Mallorquí, con más de 600.000 ejemplares de su novela Las lágrimas de Shiva (2002), o las de Elia Barceló y sus más de 100.000 de Cordeluna (2007), para darse cuenta de que los auténticos “bestseller” y “longseller” del sector literario español no son los de literatura adulta.

“Los escritores de literatura juvenil e infantil tenemos una venganza sobre los consagrados, y es que vendemos más ejemplares que ellos... Otras novelas para el público adulto de hace años ya no se encuentran por ninguna parte, pero todos y cada uno de mis libros juveniles los puedes encontrar y eso te da una seguridad profesional: soy escritor y vivo de derechos de autor”, dice Mallorquí a Efe.

César Mallorquí lleva más de 600.000 ejemplares de su novela “Las lágrimas de Shiva”.
César Mallorquí lleva más de 600.000 ejemplares de su novela “Las lágrimas de Shiva”.
S.E.

Pero, entonces, ¿por qué estos autores no acaparan titulares, espacios en televisión y prensa, u ocupan los primeros lugares en las librerías? ¿Por qué se trata de una literatura considerada como la “hermana pequeña” de las letras españolas (no sucede así en otros países como Reino Unido)?

Pues las respuestas la tienen ellos, no solo los escritores y escritoras sino también los encargados de editar sus obras, y las dan ahora, porque este viernes se celebró el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Estrella Borrego, editora de Libros del Zorro Rojo, lanza un mensaje alto y claro: “El libro infantil y juvenil supone un reto para los adultos porque está pensada para compartir y leer, muchas veces en voz alta, para hacerse preguntas”.

Una opinión que el escritor David Peña Toribio, “Puño”, amplia: “Vemos a los niños como humanos en desarrollo, no como humanos completos, y a nadie parece importarle cómo se sienten, qué piensan, qué desean. Se los mantiene en una burbuja en la que no se les permite opinar ni participar, ni mucho menos ocupar un lugar en la sociedad, y reducimos todo su universo al mero entretenimiento”, dice.

Por su parte, la Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil Elia Barceló dice: “Me hace gracia esto de que dé la sensación de que esta literatura es segunda categoría, ¿imaginas que a un pediatra le preguntaran que cuándo va a ser un médico serio y tratar a adultos? ¿Un neonatólogo es menos serio que un medico de familia?”, cuestiona para llamar a la reflexión.

Un problema que tiene una raíz, el “desconocimiento”, apunta Reina Duarte, de la editorial Edebé, ya que si se considera como “de segunda categoría” es porque los lectores adultos no se han “acercado a ella”.

Para Patricia García-Rojo, finalista del Premio Gran Angular con Lobo. El camino de la venganza, su gremio tiene que “ir hacia la visibilidad” y acude a una pregunta para resaltar la realidad de este sector: “¿Por qué en las series españolas no aparece nunca alguien leyendo, por qué no se normaliza el hecho de leer a través de nuestras producciones cinematográficas o la televisión?”.