LECTURA INFANTIL
La historia real del avión de La Casa de los Títeres, en un álbum ilustrado
Paco Paricio firma este cuento sobre Sandro, ilustrado por Antonio Santos
En un país cercano... Aníbal y Rita encuentran un pájaro en el suelo. Mira, yaya, es una golondrina. No, es un avión. Habrá caído del alero.
Ese país cercano es Abizanda, y el pájaro Sandro, el avión de La Casa de los Títeres. Así empieza una historia real que Paco Paricio recoge en un álbum ilustrado por Antonio Santos.
Pilar Amorós y Paco Paricio se pasan buena parte del verano en Abizanda y sus nietos Aníbal y Rita están temporadas con ellos. En los tres edificios que conforman esta Casa (teatro, museo y casa de los artistas) y que ellos rehabilitaron, se mantuvieron en los aleros los nidos para que anidasen los aviones, una variedad de las golondrinas.
En el verano de 2019, un día después de una función, un avión se cayó del nido. Aníbal y Rita lo vieron, se lo enseñaron a su abuela Pilar, que lo recogió, y los tres lo cuidaron. Durante 15 días lo alimentaron con gusanos que cogían en el campo o que compraban en un establecimiento de mascotas de Barbastro. Pasadas esas dos semanas, Sandro, nombre que le pusieron al pájaro, movía las alas, quería volar, y lo hizo, se fue.
Al día siguiente, en una ventana del camerino había un avión, la abuela Pilar sacó la mano y se posó sobre ella. Los niños cazaron insectos para Sandro, que al día siguiente se volvió a ir con sus compañeros... Pero, cada primavera Sandro vuelve a hacer su nido bajo el alero de La Casa de los Títeres.
Paco Paricio se puso en contacto con la Asociación Española de Ornitología y les describió ese “momento mágico”, ya que para el avión “la mano era su madre, la que lo había alimentado, y se paró en ella”.
Los ornitólogos les comentaban lo difícil que es sacar adelante a un avión. Los Titiriteros de Binéfar contaban esta historia real y esta apuesta por la vida. Así que, durante la pandemia, Paco Paricio le propuso a Antonio Santos dibujarla, y el resultado es el libro Sandro, el avión de La Casa de los Títeres.
“Este álbum ilustrado, como a mí me gusta llamarlo -dice Paco Paricio-, es una lección para los críos en cuanto respetar la vida y la naturaleza”. Además, “tiene algo escondido y realmente educativo y que hace pensar, y es que eso pasó”. Y aunque cada uno haga la lectura que quiera, “nosotros pensamos que cada año Sandro sigue viniendo y hace su nido”.
“Hay una palabra muy bonita que me dijo un ornitólogo, filopatria, que en zoología es la tendencia que presentan muchas especies animales a volver al mismo nido donde nacen para reproducirse o nidificar, y los aviones y las golondrinas tienen filopatria y regresan a anidar al mismo lugar todos los años”.
Seguro que entre los aviones que cada verano revolotean por La Casa de los Títeres está Sandro. De ahí las palabras con las que Paco Paricio invita a disfrutar de esta historia: “Listo el que lo lea, sabio el que lo vea, feliz el que lo disfrute, bueno el que lo comparta”.