Cultura

PERIFERIAS 2021

Lucas Fernández: “Periferias siempre me ha parecido muy estimulante”

El jefe de servicio del Área de Cultura de Huesca presenta la programación

Lucas Fernández
Lucas Fernández
Pablo Segura

Periferias inaugura este jueves su 21 edición con el objetivo de analizar desde distintos prismas el concepto ‘Fronteras’, una misión que el Ayuntamiento de Huesca espera alcanzar a través de más de treinta actuaciones.

“Son muchas las propuestas que nos van a sorprender”, promete el nuevo jefe de servicio del Área de Cultura, Lucas Fernández Mateo (Binéfar, 1981), a quien el festival siempre le ha parecido “muy estimulante”.

Por este motivo, el literano asegura que trabajar por primera vez con el equipo que organiza la cita es “un privilegio”.

La pandemia ha convertido a la 21 edición en la más difícil de Periferias, que hasta el 30 de mayo abordará el concepto ‘Fronteras’ con “una programación cultural multidisciplinar, con una fuerte carga de contemporaneidad, ligada también al territorio y a través de la cual se ha trazado un recorrido muy sugerente entre las diversas formas de entender el término”.

“Son muchas las propuestas que nos van a sorprender”

Periferias ha tenido que esperar siete meses para celebrar su 21 cumpleaños. ¿Cómo han afrontado la organización del festival en plena pandemia? ¿Estamos ante la edición más difícil?

—Quizás sí, aunque es la primera para mí y eso hace que al mismo tiempo, a pesar de todas las dificultades, Periferias me resulte muy estimulante. Ya llevamos más de un año de pandemia trabajando para poder sacar adelante proyectos y programaciones, y ahora estamos en un momento en el que ya sabemos lo que debemos hacer para garantizar la seguridad de todos, las recomendaciones y los protocolos.

‘Fronteras’ es el título de esta nueva edición. ¿Por qué eligieron este concepto tan de actualidad y cómo va a desarrollarse?

Esta edición es la que se debía haber realizado en 2020, por lo que el tema se eligió en 2019, si bien es cierto que se ha convertido en un eje temático muy apropiado para la edición de 2021. Las consecuencias que ha tenido la pandemia tanto a nivel psicológico como geográfico pueden fácilmente relacionarse con el concepto de “frontera”. Hemos pasado mucho tiempo encerrados en nuestras casas, las fronteras de los países, incluso dentro de la propia Unión Europea, se han cerrado. De hecho ha habido artistas que han tenido que cancelar su participación en Periferias por este hecho. En cualquier caso, la manera de abordarlo ha sido la habitual del festival, a través de una programación cultural multidisciplinar, con una fuerte carga de contemporaneidad, ligada también al territorio y a través de la cual se ha trazado un recorrido muy sugerente entre las muy diversas formas de entender el término a través del arte, el pensamiento y el activismo.

“Las consecuencias de la covid pueden relacionarse con el concepto Fronteras”

La música es una parte fundamental del festival. ¿Quiénes son los músicos que más van a sorprender al público?

—Son muchas las propuestas que nos van a sorprender. Este año, sin desmerecer a nadie y vaya por delante que la programación musical es muy especial, yo tengo muchas ganas de ver la propuesta de Laura Lamontagne y Picoamperio, pero no nos podemos olvidar de Califato ¾, Maria Arnal i Marcel Bagés… es difícil elegir. En el plano local, creo que Dedito Finger va a ser muy interesante.

El CDAN y el Centro Cultural Manuel Benito Moliner son las sedes de las exposiciones. ¿Cómo han jugado los artistas con el concepto “fronteras”?

—Se han acercado al término desde muy diversos prismas, desde las fronteras geográficas y la escenificación de la frontera coreana, a las fronteras naturales, estilísticas o de géneros.

También habrá espacio para las artes escénicas, la literatura o la performance. ¿Qué otras actuaciones destacaría de las más de 30 programadas?

—Desde luego no hay que perderse My Mexican Bretzel o Cartas Mojadas, tampoco Y perdí mi centro de Laboratoria, ni Dear Werner con música en directo interpretada por el propio autor de la banda sonora, ni la presentación de El Ojo Vaciado, por supuesto. Lo ideal es una semana de descanso para disfrutar del festival en su conjunto.

Tristemente, este año se echará en falta el festival teatral Micronesia. ¿Por qué se ha suprimido?

—La idea de hacer microteatro, con el público muy pegado al elenco, en espacios no convencionales y por lo general pequeños, no era lo más recomendable para garantizar la seguridad sanitaria en estos momentos. Se trata de un formato que es muy difícil de adaptar, pero lo recuperaremos.

Aunque el presupuesto ha subido 9.000 euros respecto a 2019 y suma 125.000 euros, sigue siendo muy inferior al de antaño. ¿Un festival tan característico de Huesca y tan valorado no merece más empuje?

—Es evidente que para poder desarrollar este tipo de proyectos siempre es mejor contar con presupuestos lo más holgados posible. Pero lo que tengo claro es que desde el Área de Cultura del Ayuntamiento haremos todo lo que esté en nuestra mano para poner en valor Periferias y para que la cultura esté en todo momento en un lugar estratégico.

Periferias es uno de los pocos festivales que no se ha cancelado este año debido a la crisis del coronavirus. ¿Qué medidas se van a tomar para que la cultura sea totalmente segura?

—De momento, estas no van a ser diferentes a las que ya se han venido adoptando: butaca preasignada, aforos limitados, ventilación y limpieza, mascarilla obligatoria y horarios y formatos que permitan cumplir todas las normas.

Desde el 26 de marzo, usted encabeza el Área de Cultura del Ayuntamiento de Huesca. ¿Qué supone para usted estar al frente de Periferias por primera vez?

—Un privilegio. He sido público de Periferias en varias ocasiones y siempre me ha parecido un proyecto muy estimulante. Debo decir que no estoy solo, ya que en el Área de Cultura y Fiestas trabajamos seis personas, además del equipo de producción que se unió hace unas semanas y que si bien me ha tocado a mí describir y dar a conocer la edición de este año, una parte importantísima del trabajo estaba ya muy avanzada cuando me incorporé. 

Hacer un festival es un trabajo de un año, a lo que hay que sumar el resto de proyectos que se están gestionando desde el departamento, por lo que mi trabajo en Periferias 21 no define al festival. Me he centrado en terminar un trabajo que estaba ya muy avanzado y aportar en aquellas cuestiones de tipo estratégico y operativo que estaban por cerrar. Digamos que no estoy al frente, sino que es el Área de Cultura la que lo está con todo su equipo.

Como en los 20 años anteriores, Luis Lles ha sido el programador de esta edición, la última que ha realizado como técnico de Cultura del Consistorio. ¿Qué destacaría de su labor durante todos estos años?

—Me resulta ciertamente incómodo valorar el trabajo de mis compañeros de profesión, pero creo que Luis ha hecho un magnífico trabajo a lo largo de todos estos años, tanto con Periferias como con otras muchas iniciativas.

"Huesca ha sido y sigue siendo un referente en materia de cultura"

¿Cómo afronta su futuro trabajo en Huesca y Periferias?

—Con muchísima ilusión. De momento estoy en una fase de análisis, tengo que conocer mejor la ciudad, los agentes que la habitan y los proyectos que tenemos entre manos. A partir de ahí, se tratará de ver con qué recursos contamos y qué somos capaces de hacer. En general, me resultan muy interesantes todos los proyectos que son generadores de cambio, no debemos hacer más (ni menos) con nuestro trabajo que conseguir sociedades más habitables, así que el reto es enorme y apasionante. 

Huesca ha sido y sigue siendo un referente en materia de cultura y hasta donde yo he podido ver en estas semanas, que esto sucediera fue gracias a la unión de muchos factores que tienen que ver con la política y la profesionalidad, con la pasión y la comprensión de una profesión que cuando todo esto empezó estaba también naciendo. Es evidente que son tiempos de cambio, así que debemos ser capaces de adaptar el trabajo del Área para seguir fortaleciendo el valor de la cultura como motor de cambio.