Cultura

PREMIOS CINEMATOGRÁFICOS

Actores y directores creen más necesaria que nunca una ley de mecenazgo

Marisa Paredes, Nathalie Poza, Gonzalo de Castro e Isabel Coixet apuestan por ello en la entrega de los San Pancracio

Fotografía de familia de los galardonados con los premios San Pancracio.
Fotografía de familia de los galardonados con los premios San Pancracio.
EFE

Los ganadores en la edición de este año de los premios San Pancracio, que entrega el Festival de Cine Español de Cáceres, entre los que están Marisa Paredes, Nathalie Poza, Gonzalo de Castro y la directora Isabel Coixet, coincidieron en que tras la pandemia se hace más necesaria una ley de mecenazgo que premie, fomente y amplíe las donaciones de capital privado a las actividades culturales.

“Lo llevamos pidiendo mil años. Una ley para que se pueda invertir en arte, no solo en fútbol y en tenis, una ley para hacer cine, teatro o conciertos y que haya una desgravación para los empresarios”, dijo Marisa Paredes, palabras que provocaron el aplauso de los asistentes al encuentro en el auditorio del Museo Helga de Alvear en Cáceres.

A la petición de Marisa Paredes, que anoche recibió el San Pancracio de Honor por su carrera, se sumaron otros galardonados como Coixet (mejor dirección por Nieva en Benidorm), De Castro y Poza, además de Loreto Mauleón, la intérprete extremeña Carolina Yuste y la directora Pilar Palomero.

El único de los galardonados que no ha asistido al encuentro ha sido el actor Darío Grandinetti, de rodaje en Argentina.

Marisa Paredes insistió en que la época actual no es el Renacimiento “y es por eso, precisamente, por lo que hay que incentivar una ley de mecenazgo para premiar la inversión en cultura entre esa gente que tiene pasta” y “y los bancos, que solo hacen que despedir gente, pues que financien cultura”.

Marisa Paredes: "Los bancos, que solo hacen que despedir gente, que financien cultura"

En cuanto al éxodo de las salas que ha provocado la pandemia, los premiados confían en que se recupere ese público, aunque algunos como Coixet son más escépticos.

“El jueves se abrieron los cines en Francia después de cinco meses cerrados y a las ocho de la mañana había colas; me entraron ganas de llorar porque hablamos de un público que ama su cine y su cultura”, afirmó. Según Gonzalo de Castro (La maldición del guapo), la “liturgia de ir al cine depende de la confianza y del nivel de contagios” y entiende que “hay que volver a ser espectadores”, mientras que Loreto Maunleón (San Pancracio por Patria), confía en que el espectador se recupere del miedo a los espacios cerrados.

La brecha que la pandemia ha agrandado entre el cine en salas y el aumento de las plataformas de contenidos también se ha abordado en el debate y Coixet, que recordó que su abuela era taquillera de cine, reconoció que es “una mercenaria de la imagen” y le da igual “dónde me den una oportunidad para contar historias, ya sea plataforma o cine”.

Por su parte, Nathalie Poza (mejor actriz por Invisibles de Gracia Querejeta), dijo que “hay una necesidad de lo presencial”, de ir al cine “para vivir algo que no sea estar en mi casa pegada a la pantalla” y añadió que le marea tanta plataforma y le parece “un poco pornográfica” la manera de ofrecer lo que hay que consumir. En este sentido, Paredes apuntó que “el cine se hace para verlo en el cine, lo otro es además”, en referencia a las plataformas. Para la actriz, el problema es que “con esta peste que nos ha llegado”, las salas se han vaciado y hay muchos exhibidores que echan el cierre y se está perdiendo la cultura y el ritual de ir al cine”.