Cultura

‘De Los Monegros a los Alpes’, un libro escrito con el corazón

Carlos Clavería Huerva da cuenta de sus vivencias durante una década lejos de sus raíces

Carlos Clavería Huerva posa con su libro
Carlos Clavería Huerva posa con su libro
MARGA BRETOS

APESAR de que en Sariñena hay varios de sus proyectos construidos, su familia, sus amigos y su pueblo le echa mucho de menos y él también echa de menos a Sariñena, será por ello que, después de diez años en Suiza, ha escrito el libro De Los Monegros a los Alpes, una manifestación con aliento autobiográfico donde Carlos Clavería Huerva da cuenta de sus vivencias y querencias durante una década lejos de sus raíces.

En la década que muchos jóvenes abandonaron nuestro país en busca de empleo cualificado, Carlos, arquitecto y de Sariñena, partió con 24 años a Suiza. Después de diez años, ha formado una familia en Gwatt (Thun), y es ahora cuando ha publicado su primer libro, De Los Monegros a los Alpes, un lienzo lleno de sentimientos.

“La historia comienza con un correo electrónico en búsqueda de trabajo. Desde ahí un continuo proceso de crecimiento personal, profesional y de aprendizaje”, asegura.

El libro trata sobre su aventura, y recoge los principales momentos vividos. “El trabajo, el deporte, los viajes, mi familia y mis amigos me acompañan en todo este recorrido”, dice

Clavería se embarcó en un proyecto que implica dejar atrás muchas cosas... inevitablemente deriva en un trabajo personal intenso de adaptación y duelo.

“Hace unos años tuve algún bache emocional y me interesé e investigué sobre la temática del duelo migratorio, un tipo de elaboración de la pérdida que empieza cuando una persona emigra. Su estudio me permitió afrontar con valentía la realidad que estaba viviendo”, y desde su experiencia personal escribió este libro, “aunque finalmente tiene un enfoque más autobiográfico con alguna alusión al duelo migratorio. No descarto en un futuro escribir un libro sobre la idea original”, avanza.

Después de un año, algo cansado de la situación provocada de la pandemia y motivado por su décimo aniversario en Suiza, decide compartir su historia “con mis seres queridos y sorprender especialmente a mis padres y hermana, a los cuales no he podido ver desde hace casi año y medio”, explica.

Lo que le llamo más la atención cuando llegó a Altdorf fue “su plaza principal, con su suelo empedrado y representada por la estatua de Guillermo Tell, el legendario de la independencia suiza, es un pueblo muy pintoresco, lleno de historia y donde se miman mucho los detalles”, narra recordando que no tuvo ningún problema como inmigrante.

“La población española conformamos alrededor del 4%, así que estamos bastante bien acogidos y representados”, valora.

En su décimo aniversario fuera de su país, añora a los amigos “y hacer una buena comida con su sobremesa”, y confiesa que le encantaría jugar una pachanga de fútbol con su peña, Los Chivos, “para ver cómo se encuentra cada uno después de algunos años de inactividad. Seguro que nos echaríamos unas buenas risas”, o perderse por “los torrollones de Jubierre o La Gabarda. Son visitas obligadas en cada uno de mis viajes a Sariñena”.

A causa de la pandemia lleva más de un año sin viajar a Sariñena. “Hice un viaje sorpresa por el 90 cumpleaños de mi abuela, hace más de un año que no abrazo a los míos, y a veces se hace algo cuesta arriba la situación”, dice este monegrino, orgulloso de serlo y que aunque lleva una buena parte de su vida en Suiza, su libro está dedicado a Los Monegros, “el lector monegrino lo recibirá expectante y todo aquel que me conozca pasará un rato divertido recordando momentos vividos. También conocerá alguna anécdota más de mi vida e incluso se vea en alguna foto”, señala.

“El lector monegrino recibirá expectante mi libro y el que me conozca pasará un rato divertido gracias a los recuerdos”

Cuando le preguntamos si volverá, explica que disfruta de buena estabilidad laboral, “con posibilidad de seguir creciendo profesionalmente y con mi esposa e hija estoy muy feliz aquí”. Aunque sigue haciendo proyectos de arquitectura para España, “hasta la fecha siempre en Sariñena, colaborando con el arquitecto oscense Sixto Marín e intentando seguir ligado en la medida de lo posible a mi tierra”.

“Mientras siga aprendiendo y disfrutando en Suiza, aquí seguiré. Eso sí, de visita a España siempre que pueda, y por supuesto a Los Monegros”, concluye el sariñenese, que espera que su libro tenga una buena acogida, y seguramente la va a tener, porque Sariñena le quiere.