Cultura

ENTREVISTA

Joaquín García Albero: “No es una novela histórica pero está perfectamente documentada”

El escritor publica ‘Donde mueren los ángeles’ con Benasque como escenario

Joaquín García Albero.
Joaquín García Albero
S.E.

El escritor ilerdense Joaquín García Albero publica su última novela, Donde mueren los ángeles, un relato histórico, de intrigas y alta montaña, cuya ambientación traslada al lector a 1793, en pleno estallido de la Guerra del Rosellón, mostrando el duro ambiente de la vida cotidiana en los Pirineos, en una época en que los conflictos bélicos, la climatología y las epidemias hacían de la existencia una aventura muy peligrosa.

El valle de Benasque y Zaragoza son los escenarios principales de esta novela que, según relata el propio autor, “es una historia un poco turbulenta en la que la estructura es doble, quizá por eso enganche”. Así, desvela que, “por un lado, el guarnicionero Raimundo Güerri, de Casa Remundet (la cual, por cierto aun existe y es propiedad de mis primos porque, como dicta la tradición, la casa era para el mayor de los hermanos) se encuentra, oculta en un rincón de su guarnicionería, a una niña francesa, asustada y malherida, que tiene un parecido asombroso con la hija que perdiera trágicamente años atrás y a la cual busca un sicario” y, continúa el escritor, “paralelamente, el relato va narrando la historia de la propia familia del protagonista que descubre un funesto secreto”.

El autor advierte que, partiendo de su experiencia en investigaciones históricas de publicaciones anteriores, “esta no es una novela histórica, sin embargo, está perfectamente documentada e, incluso, algunos de los personajes que aparecen fueron reales como el alcalde o el señor que estaba al frente del castillo de Benasque, pero dentro de una ficción”. Añade que “están muy bien descritas las tradiciones y el modo de vida que había en la época en el Pirineo, que no es muy distinto de cómo se vivía a principios del siglo XX”.

Por otro lado, cabe reseñar que situaciones que son parte de la trama de la novela, como largos momentos de confinamiento y una pandemia de gripe que asola a la población joven, “son fruto de la casualidad porque la ideé antes de 2020”, confirma García.

En este sentido, confiesa que la idea hace años que le rondaba la cabeza y, en realidad, es un homenaje a su padre, de 90 años, y a su familia que sigue teniendo mucha relación con este valle oscense.