Cultura

FERIA DE ARTE

Los artistas oscenses David Latorre y Jorge Isla participan en la JustMad

La Feria de Arte Emergente se celebra del 8 al 11 de julio en el Palacio Neptuno de Madrid

Las obras de Jorge Isla se engloban bajo el título ‘Le reflet’.
Las obras de Jorge Isla se engloban bajo el título ‘Le reflet’.
S.E.

Los oscenses David Latorre y Jorge Isla participan en la décimo segunda edición de la Feria Internacional de Arte Emergente, JustMad, que se desarrolla desde este jueves al 11 de julio en el Palacio Neptuno, de Madrid.

Este año contará con medio centenar de galerías, entre ellas Antonia Puyó, de Zaragoza, que es la que lleva a ambos artistas junto a Olalla Gómez Valdericeda y Cristina Silván, además de protocolos sanitarios que garantizarán la celebración de un evento seguro que permita volver a disfrutar del arte, aunque como explica David Latorre (Huesca, 1973) “este año va a ser una edición atípica, desubicada (pues se realiza en febrero), con poca presencia internacional por los contratiempos pandémicos”, pero que en su caso la recibe “con mucha ilusión y confianza” ya que supone “un punto de inflexión para relanzar y reactivar el mercado del arte contemporáneo en un año complicado”.

Coleccionistas, artistas, galeristas y profesionales del mercado “esperan este anhelado momento de vuelta”, que en el caso de Latorre acude a la JustMad con “una serie de esculturas presentadas a modo de instalación que pertenecen a mi último proyecto Tierra de sueños: Puro marketing, un trabajo que comencé en 2014, con el acuartelamiento La Merced como caso de estudio y que documenta, denuncia y cataloga las consecuencias que han sufrido el paisaje y el territorio en España ejemplificando en este paraje”.

David Latorre presenta en JustMad una serie de esculturas a modo de instalación de su último proyecto artístico.
David Latorre presenta en JustMad una serie de esculturas a modo de instalación de su último proyecto artístico.
S.E.

Estas piezas, entre las que se incluye la instalación presentada en la feria, “dialogan sobre el binomio construcción/destrucción, gentrificación, especulación inmobiliaria o estado del bienestar, obligándonos a reflexionar sobre las peligrosas estrategias comunicativas y de marketing que envuelven a la transformación de la geografía urbana ligada a un sistema neoliberal”, indica el artista.

Confiando en que, en esta ocasión, la feria “sea un revulsivo para potenciar el trabajo de los artistas y seguir siendo el mejor escaparate tanto para galerías como para nosotros”, David Latorre espera que la JustMad suponga “un paso adelante para intentar recuperar la normalidad, y si viene acompañado de ventas, pues mucho mejor”.

Esta es su cuarta edición consecutiva en esta cita del arte emergente, y a diferencia de las anteriores, la percibe “como una feria de transición, no a nivel de contenidos pero sí a nivel de afluencia, si bien espero que sea un punto de inflexión fundamental para reactivar el mercado lastrado por la pandemia”.

Quien también ha participado en diferentes ocasiones es Jorge Isla (Huesca, 1992) que acude a la JustMad con una serie de obras que se engloban bajo el título Le reflet, “y están compuestas por pantallas de móviles rotas pegadas sobre madera”, apunta el propio artista.

“Zaragoza tiene una cartera de coleccionistas muy pequeña, y que la galería Antonia Puyó apueste por hacer ferias es importante para ellos y para nosotros como artistas, por la visibilidad que nos da”; sin embargo, también considera que en el momento actual esta feria tiene la parte positiva de que contribuye “a generar coleccionismo, pero por otro lado, el hacerla en un espacio cerrado, aunque cuente con todas las medidas de seguridad”, da cierto respeto en este momento.

No obstante, para Jorge Isla es importante volver a JustMad, pese a que este año se haga en julio en vez de febrero, y paralela a Arco, que abre sus puertas este jueves. “Eso es muy importante porque hay mucho coleccionista que va a Arco y luego acude a este tipo de ferias”.

Jorge Isla estaba en Málaga, en la residencia artística La Térmica, en marzo de 2020. “Éramos conscientes de la pandemia, pero de un día para otro nos dijeron que teníamos que dejar el centro”. Volvió a casa de sus padres, y los tres meses de confinamiento “fueron satisfactorios a nivel artístico porque aproveché para retomar proyectos, sobre todo porque trabajo mucho a nivel de texto y lecturas, y seguí investigando para generar proyectos que ahora estoy formalizando”.

Habrá que esperar un tiempo para ver los resultados de esta labor más teórica en la que ha trabajado Jorge Isla, cuyas obras van a seguir girando en torno a los mismos términos: capitalismo, consumismo, precariedad... “A mí, un parón tan fuerte de la economía me chocó bastante, y mi trabajo es apropiarme de ese tipo de conceptos para subvertirlos y, mediante la obra, criticar este tipo de estímulos”.