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EnClaves vive una de sus noches más brillantes con el concierto de Zaruk

Más de cien personas fueron pasajeras de un viaje mágico en la que la protagonista fue la música sefardí

Zaruk actuó junto a David Mayoral en el monasterio de Casbas ante un público de lo más entregado
Zaruk actuó junto a David Mayoral en el monasterio de Casbas ante un público de lo más entregado
S. E.

El patio del monasterio de Casbas fue testigo este sábado de un viaje musical procedente de Sefarad. El culpable fue el dúo Zaruk, integrado por la chelista Iris Azquinezer y el guitarrista Reiner Seiferth quienes, para esta ocasión, contaron con el percusionista David Mayoral.

Junto al concierto de Gavarnie Ensemble en Sesa, Zaruk ofreció una experiencia que reunió a alrededor de ciento cincuenta personas, es decir, a casi todo el aforo disponible, y en la que los asistentes aplaudieron intensamente la propuesta musical.

De hecho, y como acostumbra a ocurrir en los programas del Festival de Música y Patrimonio Enclaves, el concierto concluyó con el público puesto en pie y el encuentro entre los intérpretes y los espectadores.

Las melodías de Zaruk se inspiran en la tradición musical de los sefardís, quienes fueron los judíos de la Península Ibérica. Pero no se quedan ahí, ya que le dan un toque diferente y la evolucionan desde el clásico o el jazz para conducirla hacia nuevos espectros sonoros que, como explica la chelista Iris Azquinezer, identifican con un territorio imaginario situado en el mundo de las ideas.

Es ese lugar el que denominan Zaruk. Su arte es, ni más ni menos, que la materialización de las composiciones que surgen ahí mediante el empleo de sus instrumentos. Y qué mejor escenario para ello que el monasterio de Casbas, el cual permite saborear con sensibilidad y fuerza la unión de la música con el paisaje.

Para vincular las melodías con sus raíces o explicar el origen y la razón de cada composición, entre una pieza y otra los intérpretes iban intercalando comentarios. Cabe destacar la pieza creada por Reiner Seiferth, la cual sintetiza el espíritu de Zaruk dando espacio a cada instrumento.

Una gran idea ya que los integrantes son grandes virtuosos y también llevan a cabo trabajos personales en solitario o en otras formaciones y que, en breve, se podrán disfrutar en el Festival Camino de Santiago que organiza la Diputación de Huesca.

Los sefardís usan la música y las canciones como herramienta de transmisión cultural de sus valores y conocimientos, algo que los diferencia de los judíos del este de Europa, donde, casualmente, Azquinezer tiene raíces genealógicas. Tan pronto podían cantar para dar consejos matrimoniales como narraban las siete maneras de cocinar la berenjena.

Exactamente con esta canción dieron por concluido el espectáculo y destacó la aportación de David Mayoral, uno de los más grandes percusionistas del panorama clásico español que había hecho un hueco en su agenda para acudir a esta cita. Un show en el que estuvieron rodeados de artilugios, entre ellos un salterio iraní, santur.

Las encargadas de presentar el concierto fueron la alcaldesa de Casbas, Pilar Viu, y la consejera comarcal, Beatriz Calvo. El Festival de Música y Patrimonio Enclaves está organizado por la Comarca Hoya de Huesca|Plana de Uesca conjuntamente con el Ayuntamiento de Huesca y la colaboración de la Diócesis de Huesca, el proyecto europeo Mind The Gap.