Daniela Cardillo: “La idea es rescatar los saberes y plantearnos nuestra gastronomía”

Los recetarios llevan en nuestras vidas desde hace muchos años. De generación en generación, los platos y trucos culinarios familiares se han ido aprendiendo para no perder una tradición muy arraigada. Pero los tiempos cambian, y con un ritmo de vida mucho más frenético en el que el trabajo no deja opción a elaborar según qué comidas, estos recetarios han ido cayendo en el olvido.

Justamente eso es lo que Daniela Cardillo quiere evitar, además de dar voz a todas esas recetas y otorgarles el merecido reconocimiento a aquellas personas que mantienen viva la tradición. Este domingo por la tarde, a las 17:30 horas, presenta el taller Recetarios Mutantes en el local social de Buñales. “La idea es rescatar estos saberes, darles visibilidad, crear reflexiones frente a este nuevo consumo que tenemos y las nuevas fórmulas a las que damos vida a la hora de cocinar y plantearnos nuestro día a día y nuestra gastronomía, hacer un paralelismo y ver cómo ha cambiado nuestra forma de relacionarnos con el mundo culinario”, explica la creadora del proyecto.

Para que la actividad sea dinámica, emplea la técnica Photovoice, que consiste en usar fotografías para interactuar de una forma mucho más ágil y cercana. Los protagonistas del taller van a ser los asistentes, quienes “traerán sus recetarios familiares e imágenes fotográficas que representan momentos puntuales de su vida donde hay algo relacionado con esas celebraciones en una mesa o compartiendo comida. Todo se plasmará en una serie de frases, de lemas, de imágenes que iremos creando a lo largo del taller”, comenta.

La iniciativa pretende poner sobre la mesa todo lo relacionado con esas vivencias y los conocimientos adquiridos a lo largo de los años ya que, sobre todo, ha sido fundamental la labor hecha por las mujeres que “lo han estado transmitiendo de forma fiel a lo largo de las décadas. Al final, es muy complicado rescatar algo cuando no se ha valorado en un momento dado, porque cuando cae en el olvido, es mucho más difícil rescatar estos recetarios”, confiesa.

Daniela Cardillo estudió Historia del Arte e Integración Social, marcando su trayectoria profesional al realizar proyectos que aunaban la cultura con la ciudadanía. Pero no fue hasta que consiguió una beca para investigar en Perú cuando descubrió que lo culinario se estaba perdiendo de forma silenciosa.

Conocida por su proyecto Pitanzas con Pintaza, seleccionado a nivel nacional para la segunda edición del encuentro Rural Experimenta, hasta ahora no había tenido un enfoque más dirigido a su tierra. “Por una razón u otra, esta es la primera vez que realizamos algo en concreto en nuestro territorio, así que me hace especial ilusión”, confiesa. Además, menciona la importancia de que se acerquen estos proyectos a poblaciones más pequeñas. “Es muy rico que haya dentro de la programación local y en espacios rurales nuevos formatos que apuesten por la participación ciudadana”, expresa Cardillo.