Cultura

SÉPTIMO ARTE

La realización de documentales, “un compromiso” y “un privilegio” para Laura Sipán

La realizadora se traslada de Madrid a Sodeto para trabajar con tranquilidad

Laura Sipán trabaja con la cámara desde hace unos 15 años.
Laura Sipán trabaja con la cámara desde hace unos 15 años.
S. E.

La directora, guionista, operadora de cámara y fotógrafa Laura Sipán ha dejado su residencia en Madrid y, con su pareja y su bebé, se ha trasladado a vivir a Sodeto. Explica Laura que en el origen de este cambio está el confinamiento decretado el año pasado por la covid-19, que “nos paró a todos”. A ella, en un pueblo de Lugo. “Allí vivimos los cuatro meses con muchas emociones y yo vi que ese tren que me había arrollado no iba a pasar de balde, que necesitábamos un cambio de vida y era ese el momento. Además me quedé embarazada y yo tenía ganas de volver a casa, a la raíz. Huesca nos encanta, mi familia paterna es de aquí y queríamos estar cerca de la naturaleza, en un lugar tranquilo, y acabamos en Sodeto”.

Ella ya conoció esta localidad de Los Monegros hace diez años, cuando tocó la Lotería de las Amas de Casa “y Costis Mitsotakis, que también vive aquí y es realizador, estaba haciendo un documental y me contrató. Estuve entonces cuatro meses viviendo aquí grabando su documental, nos hicimos muy amigos, conocí a la gente y de alguna manera venía a un lugar conocido”.

Ya había estado antes en Monegros, en 2007, cuando rodó en la zona de Sena su primer cortometraje, El Talento de las moscas, basado en un relato de Óscar Sipán, su primo. “Con ese corto viajamos mucho, estuvo en muchos festivales y el primer premio que recibimos fue en Ayerbe”. Un corto que obtuvo 26 premios nacionales e internacionales y casi 70 selecciones en festivales de todo el mundo.

Sobre proyectos, dice Laura que “voy despacito porque acabo de ser madre y la conciliación es a veces un poco complicada”. No obstante, se ha incorporado al segundo largometraje de Pilar Palomero, La Maternal, “como fotógrafa, y estoy con otros proyectos, pero todavía despacito”.

Comenta que “me gustaría desarrollar algo propio de ficción como lo primero que hice, El talento de las moscas. Por eso, en parte, la idea de venir aquí, estar más tranquila y poder volver a escribir”.

Pero reconoce que “me decanto hacia lo de corte social, es donde más puedo disfrutar”. Algo que se nota viendo sus documentales, sobre todo el primero que dirigió, Sobre la misma tierra. Historias sobre los desplazamientos internos en Colombia, que fue seleccionado en festivales de Europa y América Latina, así como en el ciclo de Cine y Dererechos Humanos de la SGAE, con el que recorrió cines de toda España. “El mes y medio viviendo con los mineros y los campesinos me cambió. La historia de Colombia tuvo un punto de giro en mí como persona, más que como documentalista”.

Otro documental que le marcó especialmente es Soukeina. 4.400 días de noche, sobre el Sáhara ocupado por Marruecos, “que está tan olvidado”. A través del Comité de Solidaridad Internacionalista de Zaragoza fue a grabar la realidad del territorio ocupado desde dentro, “lo que estuvo lleno de conflictos porque no está permitido. Fue muy duro conocer la historia del Sáhara tan de cerca y además conocer a Soukeina, que es la protagonista, una mujer que es increíble”. El documental fue seleccionado en prestigiosos festivales de América Latina, Europa y África, como el 25º Festival Internacional de Cinematografía Camerimage (Polonia), donde calificó para los Premios de la Academia Oscar.

“Tomar conciencia”

Al preguntarle que son para ella estas creaciones, responde: “Es tomar conciencia de lo que supone contar historias y cuando son historias documentales, el material con el que trabajo son historias reales, son personas que hay detrás de esas historias, y es como un compromiso ser altavoz de esas historias o de esas personas que, por las razones que sean, no tienen la posibilidad de contar o de trascender. Al grabarlas y contarlas desde una perspectiva más cinematográfica, atrapas a más personas, consigo llegar más lejos. Eso me parecía un compromiso y a la vez un privilegio, una oportunidad de hacer algo que tenga sentido, algo que me llene”.

Pero recuerda que ha hecho otros trabajos como el documental El hombre y la música, sobre el aragonés Antón García Abril, que lo emitieron en Televisión Española y Aragón TV. “Ese no tenía un corte tan social, el acercamiento era desde lo más humano y me sentí muy privilegiada acompañando a Antonio en su retrato”.

“Con estas historias -añade- no me quedo solo con el documental o con el material que hago, el hecho de conocer a estas personas, que me regalan parte de su esencia, me hace crecer como persona. Soukeina es, por ejemplo, una mujer que tiene una resiliencia y una capacidad de renacer que yo no había visto nunca, y en momentos difíciles para mí, la recuerdo, me viene ella”.

Sobre su muy variada labor cinematográfica -es directora, guionista, operadora de cámara y fotógrafa- y qué es lo que más le llena, dice: “Con la fotografía y con la cámara llevo muchísimos años, unos 15, y he encontrado una herramienta con la que poder expresarme, y eso me parece fundamental. En el guion he trabajado mucho también en asesoría, ayudando, colaborando con otros directores, no ser una figura protagonista sino hacer acompañamientos. Y en lo de dirigir, sí, he dirigido también para tele y me lo paso bomba, pero me gustaría intentar hacer algún proyecto mayor, centrarme ya en algo más personal”.

Entre sus más recientes grabaciones están estas dos series documentales: Huesca: más allá de un sueño, para Amazon Prime, que retrata el año en el que la SD Huesca ascendió a Primera División, y La Línea: la sombra del narco, para Netflix, que muestra la sociedad en el Campo de Gibraltar y el negocio de la droga y el contrabando de tabaco y armas en las puertas de África.

Además, hoy (19 horas) se proyecta en los cines Palafox, de Zaragoza, su documental Quiero vivir sin miedo, un encargo del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ) que tiene como objetivo sensibilizar a los más jóvenes ante la violencia de género y ayudarles a detectar las primeras señales de maltrato.

El documental en España

En cuanto al documental español, opina que “está en muy buen momento. Hace 10 o 15 años era algo como muy secundario y ahora, por ejemplo, también gracias a las plataformas pero no solo, hay una tendencia hacia el documental muy fuerte”.

Le interesa especialmente “el documental de autor” y ahora mismo sus referentes son Patricia Pérez y Heidi Hassan, “dos documentalistas que me gustan mucho, son un gran referente; son cubanas y tienen un excelente documental que ganó en el Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam este año, A media voz, una película documental que es como un viaje de revisión de su vida a partir de la amistad de estas dos mujeres que es brutal. Dos cubanas que se vienen a España por su trayectoria de vida. Es muy artístico, muy emocional”. Dos realizadoras que fueron estudiantes en la Escuela de Cine de Cuba, “donde yo también me formé”.

Respecto al Alto Aragón, Laura Sipán opina que es “una provincia para hacer cine, rotundamente sí. Entre otras cosas, vine aquí por eso. Mi idea es volver a crear y volver a trabajar, y a Huesca la considero una de las provincias preciosas; a mi Huesca me encanta, está llena de contrastes. En Monegros, por ejemplo, está la Film Commission, que se mueve bastante, y creo que en los próximos años se va a desarrollar algo importante en Huesca”.