Cultura

LITERATURA

Elizabeth Hernández: "Son textos escritos en distintos momentos los que he dado vueltas"

La escritora publica ‘Eso que dices siento’, un libro que recoge cuatro poemarios en los que la autora abarca asuntos diversos

Elizabeth Hernández
Elizabeth Hernández
Joaquín Ponsa Catalán

La escritora, afincada en Huesca desde hace 22 años Elizabeth Hernández publica un nuevo poemario Eso que dices siento, que se presenta como el primero de la colección Las hijas del machismo, en el que trata diversos asuntos divididos en cuatro apartados, tres son poemarios y uno, más pequeño, en prosa.

Según la propia autora “son textos escritos en distintos momentos de mi vida a los que siempre ha estado dándoles vueltas pero no veía el momento de publicar hasta ahora”. Lo cual muestra claramente los cambios del paso del tiempo, de estilo, de forma y de propuestas lingüísticas de la poetisa. Además, para remarcarlo, cada recopilación se muestra con tipografía distinta que resalta que son objetos independientes, de épocas e intenciones diversas.

Son versos que, según el poeta mexicano, escritor del prólogo, José Eugenio Sánchez, “rompen con las posturas académicas, crean panoramas semánticos que le dan un giro a la ficción para confeccionar un fluido punzante de ironía y romances”.

Comienza abriendo el libro Poemas sabatinos y para fiestas de guardar, el primero de los poemarios que presenta Hernández como “una fiesta contando historias de ciudad y playa”. En segundo lugar publica la obra que da título al libro, Eso que dices siento, donde “habla de las relaciones amorosas y lo que sucede a su alrededor cuando hay diferencias de edad en la pareja”, y advierte la escritora que en realidad “el título podría ser: Eso que dices siento, se llama amor”. Con este poemario plantea una reflexión sobre si se siente más el amor cuando eres joven o mayor.

De mareo en mareo, es el tercer relato en verso que también trata el amor, es más, indica Hernández que “el título original tenía la coletilla de un suspiro” y es que asegura que “vamos como de amor en amor y con cada enamoramiento nos mareamos porque se nos mueve la vida, vamos felices todo el tiempo”.

Cambiando totalmente de género, deja para el último lugar un asunto que, aunque escrito hace años, es muy actual. Prohibido usar corbata “habla de la anterior casi pandemia de la gripe A, porque lo que nos podían hacer entonces nos han hecho ahora”. Presenta “un tema más social” que escribe en prosa porque “aunque originariamente era en verso lo cambié con las revisiones al considerar que era más suave de entender”. Este nació de un encuentro literario internacional al que no estaba claro que pudieran acudir los escritores mexicanos y recuerda que “entonces se les dijo a los ejecutivos de México y EE.UU. que no usasen corbata porque al estornudar se quedaban allí los microbios”.

El libro incluye una larga lista de agradecimientos a todos aquellos que han influido en la trayectoria literaria y vital de la poetisa como Javier Brun o Luis Lles.