Cultura

LA ENTREVISTA

Juan Andrés de Carlos: "El centro se inauguró en el año 1933, pero no llegó a trabajar en él"

El investigador científico del Instituto Cajal del CSIC hablará este martes (19 horas), en Huesca, sobre el legado de Ramón y Cajal

Juan Andrés de Carlos.
Juan Andrés de Carlos.
S.E.

El investigador científico en el Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), jefe del Departamento de Neurobiología Molecular, Celular y del Desarrollo y jefe del Servicio Legado Cajal, Juan Andrés de Carlos Segovia, impartirá una conferencia este martes por la tarde, a partir de las 19 horas, en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca, sobre la figura del prestigioso investigador Santiago Ramón y Cajal, de cuyo nacimiento se conmemorará el próximo año el 170 aniversario, motivo por el cual esta ponencia forma parte de un ciclo, que arranca este martes, impulsado por el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Huesca y el CSIC.

De Carlos hablará sobre la figura del médico y sobre todo de su legado, que “no es, ni más ni menos, que las pertenencias del propio Cajal que él quiso que se conservasen en su instituto cuando falleció”, sentencia el investigador a este periódico. Miles de elementos destacados que no tienen un espacio fijo para ser exhibidos, por eso el investigador muestra un férreo empeño en la necesidad de creación de un Museo Nacional de Cajal.

En este sentido, apunta que a este proyecto se adhirió el anterior ministro de Ciencia Pedro Duque que “llegó a aprobar la creación de un museo” pero que quedó en el aire tras su salida del Gobierno y la entrada de Diana Morant.

Revela que se custodian en perfecto estado “una serie de cosas que Cajal quiere que se conserven en este instituto porque así lo deja escrito en su testamento”, entre otras deja sus dibujos, correspondencia, cuadernos de laboratorio manuscritos, más lo que ya había en el instituto como máquinas fotográficas, mesas y sillas, armarios, un telescopio, microscopios, etc. pero también sus reconocimientos como las medallas del Nobel y Helmholtz, “un premio alemán que le fue otorgado en 1905, que entonces era mucho más prestigioso que el Nobel”, subraya De Carlos.

“Todo quedó perfectamente guardado en cajas tras su muerte en 1934 en el instituto, que se inauguró en 1933, pero en el que no llegó a trabajar” indica.

Así, en cajas, ha continuado hasta hoy, no sin pocos altibajos, ya que sobrevivió a la Guerra Civil, aunque “en los años 40, empieza un declive que le va a costar remontar” pero hace hincapié en que “su legado sigue bien guardado porque quedan discípulos que utilizan espacios para montar un museo Cajal que estará vigente hasta el año 57 cuando se cambia la sede del instituto a la calle Velázquez, y se cede un espacio para museo, bastante decente, hasta 1989” cuando las necesidades del momento les obligan a trasladarse a un edificio mayor “en el que estamos ahora, donde se vive una época dorada, pero sin un hueco para el museo”. Bien es cierto que parte importante del legado se puede ver en una exposición temporal en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid que continuará en 2022.

Y es que De Carlos, advierte que estas piezas son muy solicitadas. Actualmente, “tenemos peticiones desde Suecia, EE.UU. o Italia”.