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Javier Marquina: “Este cómic es un homenaje a aquellos que quedaron en el olvido”

El guionista oscense publica este jueves Playa Honda (Cascaborra), un nuevo cómic dibujado por Rafael
Pérez y coloreado por Ana Melendo

Javier Marquina.
Javier Marquina.
D.A.

 Javier Marquina publica este jueves Playa Honda (Cascaborra Ediciones), un cómic que llevará a los lectores hasta la Filipinas de 1610 para rescatar un episodio épico y poco conocido de la historia de la armada española.

“Esta obra es un homenaje a todos aquellos que quedaron en el olvido”, asegura el guionista (Huesca, 1975), que ha colaborado con Rafael Pérez y Ana Melendo en este trabajo.

Playa Honda y los tebeos de la colección ‘Historia de España en viñetas’ -a la que pertenece- demuestran que el cómic “es el elemento pedagógico más poderoso e infrautilizado”, por lo que Marquina recomienda que se implante en las aulas.

¿Cuándo descubrió la historia de Playa Honda y por qué decidió crear un cómic sobre esta épica batalla?

Julián Olivares, el editor de Cascaborra, trabaja de una manera algo particular. Tiene un listado de hechos históricos que quiere incluir en su colección y te deja escoger uno si no vas con una idea preconcebida. En mi caso, y al tener bastante frescos los siglos XVI y XVII gracias a 1585: Empel, me decidí por la batalla de Playa Honda, una escaramuza naval que tiene cierto toque afín a una de las series de televisión más conocidas de la década de los 80. La historia me pareció muy divertida y el periodo histórico es apasionante.

¿Qué importancia tiene este suceso en la historia de nuestro país?

—Muchas veces no hablamos de sucesos decisivos que cambiaron la historia de España, pero cada batalla, cada acontecimiento fue fundamental para aquellos que los vivieron. El nombre de un número incontable de calles de nuestro país está ligado a personajes totalmente olvidados en la actualidad. Hoy en día casi nadie conoce ni siquiera a los que intervinieron en las grandes batallas como Lepanto o Trafalgar. Este cómic es un homenaje a todos aquellos que quedaron en el olvido, a pesar de que hemos recorrido las aceras que llevan sus nombres millones de veces.

¿Qué tiene de especial la colección ‘Historia de España en viñetas’?

—Cuando empecé a escribir cómics me prometí que jamás escribiría un cómic histórico. Hay que trabajar mucho y en ocasiones es bastante ingrato. Sin embargo, estoy escribiendo mi cuarto guion histórico y preparándome para el quinto. Por bocazas. Empezó como un reto y ahora es una fuente de lectores muy interesante. Al final, la colección de ‘Historia de España en viñetas’ te da la posibilidad de llegar a un público que de forma habitual no lee cómics, ya que solo les interesa la faceta histórica y, poco a poco, ir haciendo currículo, que eso nunca sobra. Y quién sabe, incluso atraer a alguno de esos lectores ajenos al tebeo a otro tipo de lecturas.

Esta es la segunda vez que ha colaborado en esta colección. ¿Cuáles han sido las diferencias respecto a 1585: Empel?

Cada cómic es diferente. Hasta cuando trabajas con los mismos dibujantes y coloristas. Así que la experiencia es siempre diferente. No es la misma historia, no sabes lo mismo y cada persona es un universo que no tiene nada que ver con el anterior. Esto lo podemos aplicar a cada uno de los cómics en los que puedes trabajar. No hay dos iguales. De hecho, yo creo que no debe de haberlos. Es más enriquecedor cambiar las cosas, sobre todo para mejorar en los que haces y corregir errores pretéritos. Lo importante es formar equipo y ser consciente de que debes hacer el mejor producto posible con las herramientas de las que dispones. Y, si es posible, no morir en el proceso.

Javier Marquina posa con su nuevo cómic.
Javier Marquina posa con su nuevo cómic.
S.E.

¿El cómic es una buena herramienta para aprender Historia?

—No es una buena herramienta. Es la herramienta. Compadezco a todos los alumnos de instituto que deben seguir aprendiendo Historia a base de nombres y fechas. En lugar de convertir la Historia en lo que es, una aventura apasionante, desde la educación tradicional se empeñan en transformarla es una materia árida, desoladora, que acaba generando un rechazo que después es muy difícil superar. Y esto lo podemos aplicar a casi todo. Posiblemente el cómic es el elemento pedagógico más poderoso e infrautilizado que existe. El desconocimiento del propio cómic como medio artístico y de expresión por gran parte del profesorado condena que no se utilice como una puerta hacia el conocimiento divertida y visualmente útil en el aprendizaje. Muchas veces sueño con un sistema en el que el cómic esté integrado en la educación, quizá porque soñar es muy barato…

¿Cómo ha sido colaborar con Rafael Pérez y Ana Melendo en este viaje a la Asia del siglo XVII?

—Rafa se ha encargado del dibujo y Ana del color. Esto es como una cadena de montaje. Cada uno hace su parte del trabajo. Yo escribo la historia, luego Rafa la dibuja y por último Ana le pone el color. Trabajar con ellos ha sido maravilloso. Los dos son jóvenes con un talento increíble y con un futuro muy brillante por delante. He tenido mucha suerte de poder contar con ellos para este proyecto.

¿El resultado del cómic ha sido tal y como lo imaginaba?

—En mi cabeza, Playa Honda era una película de aventuras con un toque socarrón. Quizá por eso le ofrecí el trabajo a Rafa, un artista mucho más centrado en lo expresivo y en el dinamismo que en el realismo de las imágenes. Queríamos transmitir diversión y acción, y enseñar un pedacito de la Historia de España en el proceso. Espero haberlo conseguido.

¿Con qué mensaje debe quedarse el público?

—Para mí el mensaje que subyace en Playa Honda es el de que la Historia, con mayúsculas, sigue presente en cada cosa que hacemos de una forma u otra. No seríamos lo que hoy somos sin el camino recorrido, y me parece muy triste el profundo desconocimiento que tenemos de la casi totalidad de los hechos que sucedieron antes de que nosotros naciéramos. Olvidamos con una facilidad desoladora y, lo que es mucho peor, ni siquiera nos importa. No hay nada peor que alguien consciente de que no sabe y que se niega a aprender, sobre todo en el siglo XXI, una era en el que todo el conocimiento humano descansa en la palma de nuestra mano, dentro de nuestros móviles…

¿Cuándo se presentará en Huesca y provincia?

—No tenemos cerrada una fecha en concreto, pero será a principios de diciembre en la Biblioteca Pública de Huesca, en un acto que girará en torno a la historia y al cómic, y en el que también hablaremos de 1585: Empel.