Cultura

ENTREVISTA

Jorge Usón: “Nuestra Tuerta es trágica, poética, graciosa a su pesar y muy folclórica”

El autor y director desvela los detalles de La tuerta, espectáculo de la compañía aragonesa Nueve de Nueve que pone en escena la actriz María Jáimez

Jorge Usón y María Jáimez.
Jorge Usón y María Jáimez.
Pedro Anguila

Calificada como “esperpento poético”, La tuerta de la compañía aragonesa Nueve de Nueve Teatro ha sido escrita y dirigida por el actor Jorge Usón y la lleva a los escenarios la actriz María Jáimez. Este viernes, a las 20:30 horas, se subirá a las tablas del Olimpia para compartir con los oscenses este cuento protagonizado por una doncella del barroco que sufre una herida de amor que le imposibilita el uso de un ojo y se plantea si culpar y castigar u olvidar y perdonar. Quizá un tema que perfectamente podría trasladarse a una relación de amor de hoy en día… Para saber qué camino elegirá esta peculiar menina hay que acudir esta noche al teatro.

Con La tuerta no debuta como escritor pero sí como director. ¿Cómo ha sido escribir y dirigir este esperpento poético?

Ha sido un desafío y una satisfacción. La obra se fue fraguando a partir de un trabajo con María Jáimez muy exhaustivo y entregado de casi un año de duración. En ese tiempo de ensayos tuvimos que despojarnos de nuestras mejores ideas para dejar paso al misterio del teatro. Ha sido, por qué no decirlo, una cura de humildad y una revelación.

El esperpento lo creó Ramón del Valle-Inclán, ¿qué hay de este género literario en La tuerta?

Valle Inclán decía que la tragedia española no es tragedia, es esperpento. Nuestra Tuerta es una heroína en una realidad deformada, es trágica, poética, graciosa a su pesar y muy folclórica. Por eso decimos que la obra es un esperpento inclasificable con una sola actriz.

“Dirigir esta obra ha sido un desafío y una satisfacción”

En La tuerta, hay humor y también terror. ¿Cómo luchan el amor y la rabia para hacerse con el trono de la eternidad?

En una lucha encarnizada totalmente humana. ¿Quién no ha estado en la tesitura de, ante una ofensa, no perdonar jamás? Es una opción que da mucho miedo. Es el terror de la noche larga, el exceso de sentido y de justicia, que son el opuesto al amor y a la compasión. A nosotros nos inspiró mucho la frase de Anne Sexton: “Vive o muere pero no lo el envenenes todo”.

La actriz María Jáimez da vida a esa doncella del barroco que sufre una herida de amor que le imposibilita el uso de un ojo, y que se plantea si culpar y castigar o perdonar. Al igual que su particular menina, sufrir por amor es algo del barroco, pero también del siglo XXI.

A los seres humanos, desde que tenemos lenguaje, nos falta o nos sobra algo cuando nos toca enfrentarnos al amor. Nuestra doncella lo tenía todo para amar y ser amada, pero un accidente canceló cualquier posibilidad. Ella eligió el peor camino y en la función hacemos que pasen cinco siglos y constatamos que el conflicto sigue muy vivo en nuestros días.

“Solo veremos las señales del amor si somos capaces y tenemos hueco”

La rabia se opone al amor, pero también al perdón, a la compasión, a la risa e incluso a la tristeza. ¿El abuso, la feminidad y el poder del perdón y del duelo son temas que también se cuelan en esta historia?

Tú lo has dicho. Son temas que han ido pidiendo paso en nuestra función. Cuando nos enfrentamos a la página en blanco no habíamos previsto tantos emergentes. Eso es buena señal. Al fin y al cabo, sobre el escenario exorcizamos nuestros males contemporáneos y los lanzamos a la eternidad.

¿Basta un ojo para ver las señales del amor?

Y sobra. Solo veremos las señas del amor si somos capaces y tenemos hueco. En mi opinión, amar, perdonar y vivir en paz requieren un esfuerzo, un sacrificio y una importante virtud espiritual.

“Esta obra es un esperpento inclasificable con una sola actriz”

Nueve de Nueve se alzó el pasado mes de octubre con dos Premios Max por su producción Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban). ¿A qué aspiran con La tuerta?

A que se vea, a que salgan bolos y podamos compartirla con el público. Que, como nos está pasando con nuestra Ferretería Esteban, nos rebase artística y expresivamente y nos inspire a seguir trabajando. Todo eso.

¿Cómo está funcionando esta producción?

Avanzamos con paso firme pero seguro. Estrenamos justo antes de la pandemia y tuvimos que parar los motores. Ahora estamos saliendo adelante gracias a oportunidades como ésta que nos brinda el Ayuntamiento de Huesca. Nosotros somos de pico y pala.

Nueve de Nueve tiene la aportación oscense de Carmen Barrantes. Aunque no participa en este espectáculo, ¿qué va a suponer para la compañía subir a ‘La tuerta’ a las tablas del Olimpia?

Carmen Barrantes forma parte de esta producción aunque no la veremos sobre el escenario. Somos un equipo bien consolidado. Huesca es el punto de partida de nuestros trabajos y una de las plazas que más nos impone porque la mitad de nuestra familia está aquí y por la exigencia de un público muy asiduo y experimentado.

Su menina tuerta, ¿va a cegar de ‘amor teatral’ a los oscenses?

Primero tendrán que atreverse a que La Tuerta los mire. Luego el teatro dirá.