Cultura

PRESENTACIÓN FOTOGRÁFICA

Fernando Alvira Lizano: "La historia no se detiene, pero la arquitectura sí"

El fotógrafo oscense recorre la historia arquitectónica de la capital altoaragonesa

En el libro, la plaza de Navarra tiene un lugar destacado.
En el libro, la plaza de Navarra tiene un lugar destacado.
F.A.

El artista oscense Fernando Alvira Lizano publica un nuevo catálogo de arquitectura con Huesca, fotografía de la ciudad, de editorial Pirineo.

Se trata de un trabajo inédito de Alvira, realizado a lo largo de los años, que supone un recorrido visual por la capital altoaragonesa a través de más de 600 fotografías de edificios, parques, obras de arte, calles y plazas ordenados cronológicamente y destacados por su relevancia histórica o peculiaridades concretas. Un volumen muy completo que, según subraya el autor “viendo el libro creo que queda claro la cantidad de trabajo que lleva de fotografía específica de arquitectura de la ciudad”.

Desvela Alvira que es “un proyecto cuyo embrión nació hace muchos años, cuando empecé a ver que tenía determinados trabajos de arquitectura interior que merecía la pena guardar, hechos para otro fin y que ahora supone una pequeña parte de este libro”, “un 20 por ciento tal vez” advierte, pero suficiente para despertar esta curiosidad por la arquitectura de su ciudad, una localidad por la que confiesa que tiene “devoción”.

Fernando Alvira Lizano.
Fernando Alvira Lizano.
S.E.

Relata que: “He ido desarrollando el trabajo como una afición pura y dura en mi devoción por esta ciudad porque cuanto más salía a trabajar fuera más me daba cuenta de lo que había dentro y que no solo la forman sus edificios también es la gente”. Por ese motivo, continúa el fotógrafo, “he procurado que se vea que es una ciudad habitada, tampoco en exceso. Se percibe que es una ciudad tranquila porque son cosas que no comento pero que se ven”.

El libro parte de la premisa de que “la ciudad es un organismo vivo en continua evolución, que paradójicamente es capaz de permanecer gracias a su metamorfosis permanente” como aseguran en el prólogo los doctores en Arquitectura Raimundo Bambó Mompradé y Raimundo Bambó Naya y de que la fotografía de arquitectura va más allá de lo estrictamente documental ya que, según advierte Vicente García Plana en la introducción del libro, “la mano y la idea de quien fotografía influyen en el espectador”. Y, en este sentido, Alvira revela que “el proceso de aprendizaje es continuo y es infinito” y da a conocer algunos aspectos importantes, como los objetivos, la iluminación o los retoques, sobre lo que el espectador va a encontrar en este catálogo, del que subraya “es una muestra de una vocación sincera”.

Comenzando por la Osca Romana y la Huesca Medieval, el artista va recorriendo el centro de ciudad mostrando diferentes imágenes, tanto aéreas como de detalle, para llegar a otras zonas como la ermita de Salas. El inventario continúa por los siglos XVI al XVIII con ejemplos muy destacados como la Casa de Aísa, el colegio San Vicente o la iglesia de las Capuchinas. El gran cambio urbanístico se dio entre 1803 y 1933, según recoge Alvira, con Ultramarinos La Confianza, la plaza de Navarra, el edificio del Bar Oscense o la delegación de Hacienda. Incluye el libro muestras de arquitectura racionalista como el Instituto Ramón y Cajal o Casa Polo, la Huesca contemporánea que incorpora edificios de los años cuarenta como las viviendas de la avenida de la Paz número, 1 hasta los más actuales como la Urbanización Padre Querbes o el Palacio de Congresos.

Con esta muestra subraya que “la historia no se detiene pero la arquitectura sí” y así comenta cómo “por ejemplo, saltamos de la Osca romana al siglo VIII, a la muralla, y de ahí a las construcciones cristianas de los siglos XI, XII y XIII, luego hay un hueco bastante serio en los siglos XIV y XV, donde no hay ningún vestigio, hasta que llega la arquitectura palaciega, las construcciones en los extramuros, se creó el Coso y se fue edificando la ciudad hacia las salida que conocemos hoy en día: por Martínez de Velasco, Ramón y Cajal o Doctor Artero, en el siglo XIX”.

Con esto ha querido mostrar la actualidad a través de las fotografías, tanto es así que en el capítulo de hoteles incluye la remodelación del Pedro I, terminada este 2021, sin embargo, explica que “en el caso del Instituto Ramón y Cajal podía haber repetido la foto porque se pintó de otra manera pero no me pareció necesario porque la arquitectura no había variado”.

El broche final llega con el capítulo de Parques, que destaca diferentes zonas del Miguel Servet entre los numerosos espacios verdes de la capital oscense como el parque de Las Olas o el de Mártires de la Libertad.