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Joaquín Lizana contagia su 'Pasión por Egipto' en el Museo de Huesca

El centro exhibe una selección de casi 50 piezas que fueron donadas durante cuatro décadas por este apasionado de la historia

Víctor Lucea, Jorge Lizana y Fernando Sarría, en la inauguración.
Víctor Lucea, Jorge Lizana y Fernando Sarría, en la inauguración.
Pablo Segura

Joaquín Lizana contagia su Pasión por Egipto en el Museo de Huesca, que desde este miércoles exhibe una selección de casi 50 piezas que fueron donadas durante cuatro décadas por este apasionado de la historia y la cultura del país africano.

Un año después de su fallecimiento, la exposición “pretende rendir un cálido y emotivo homenaje” al egiptólogo y exconcejal oscense, “sin cuya generosidad esta colección no podría haber visto la luz”.

Así lo ha asegurado Víctor Lucea, director general de Cultura del Gobierno de Aragón, quien ha destacado “el gran valor artístico y cultural” de las piezas, que Lizana comenzó a donar en 1975 al Museo de Huesca.

“Tenía un interés desmedido por este ámbito y fue poco a poco realizando donaciones, la última de ellas pocos días antes de su fallecimiento”, ha resaltado Lucea.

Egiptólogo vocacional, coleccionista y mecenas

Fernando Sarría, director del Museo de Huesca, ha destacado tres aspectos fundamentales en la trayectoria de Joaquín Lizana.

En primer lugar, era un “egiptólogo vocacional”, que a lo largo de su carrera atesoró una infinidad de conocimientos sobre el tema, que dieron lugar a “grandes publicaciones”.

También destacaba por su afición al coleccionismo, que abrazó desde su juventud, sobre todo en referencia a su pasión por el arte y las antigüedades.

Por último, Joaquín Lizana fue “un mecenas del Museo de Huesca”, al que deben esta colección presentada ahora.

Es un oasis dentro de las que hay en Aragón. Es tan excepcional e importante que el Museo Arqueológico Nacional nos ha pedido un par de piezas representativas para el año que viene”, ha constatado.

La exposición

Público asistente a la inauguración.
Público asistente a la inauguración.
Pablo Segura

Hasta el 3 de julio en la Sala 8 del Museo de Huesca, la exposición presenta una selección de los fondos más relevantes de Joaquín Lizana, entre los que destacan una momia de pez, conos funerarios, estelas, amuletos, joyas, textiles o escarabeos “que nos dan una idea del Egipto antiguo”, ha dicho Sarría.

Además, la muestra incluye cuatro figuras que ingresaron en el recinto en 1903, cuando fueron donadas por el arqueólogo mallorquín Gabriel Llabrés.

Una muestra preparada “con mucho cariño”

Jorge Lizana, hijo del homenajeado, ha agradecido en nombre de toda su familia la inauguración de Pasión por Egipto, una muestra que ha sido preparada “con mucho cariño”, dijo.

“Está siendo muy emocionante. Él lo hizo todo de corazón y estamos recibiendo todo lo que él dio”, reiteró.

En el acto de apertura de la exposición, el oscense también ha confesado que su padre heredó de su abuelo su faceta coleccionista.

“Él era profesor en la Escuela de Comercio y sentía pasión por la filatelia, la numismática y el libro antiguo”, ha contado.

De esta forma, su abuelo fue introduciendo en este mundo a Joaquín, que tras un viaje a Italia nunca volvió a ser el mismo.

Allí vio una antigüedad y cambió todo; le pinchó el escarabajo egipcio -ha bromeado-. Fue una locura durante toda su vida”, confirmó.

Joaquín Lizana también era un gran viajero y recorrió casi todo el mundo, llegando a visitar Egipto en “al menos cinco ocasiones” y “los principales museos que exhiben el arte de esta cultura antigua”, ha dicho su hijo Jorge que, entre risas, ha terminado su intervención confesando que no ha seguido los pasos de su padre, que hoy seguro estaría orgulloso de ver su legado en el Museo de Huesca.