Cultura

DOCUMENTAL

Miguel Ángel Muñoz: “Cuando ves a mi abuela una vez, no puedes dejar de mirarla nunca más”

100 días con la tata, ópera prima del actor, está concebida como una oda a la vida a través de su relación con la “magnética” Luisa Cantero

100 días con la tata se estrena este miércoles
100 días con la tata se estrena este miércoles
Efe

El largometraje documental 100 días con la tata, ópera prima del actor Miguel Ángel Muñoz que se estrena este miércoles, está concebido como una oda a la vida a través de su relación con su abuela, Luisa Cantero, una mujer de 97 años que describe como “magnética, carismática y humilde”, y a la que, subraya, “cuando ves una vez, no puedes dejar de mirarla nunca más”.

Este proyecto, que ya se ha alzado con el Premio Forqué al ‘Mejor Largometraje Documental’ de 2021, es el primero detrás de las cámaras del actor de Un paso adelante o Presunto culpable, que admite, en una entrevista con Efe, aprender “cada día” de la mujer que le cuidó de pequeño y con la que pasó meses de confinamiento.

En este tiempo nacieron sus directos en Instagram, que traspasaron fronteras e impulsaron el montaje de esta obra, que ya se puede disfrutar en Zaragoza.

Esta película documental es una oda a los abuelos, a las personas mayores y a que, aunque te hagas mayor y empieces a ser dependiente, quedan muchas cosas por vivir. ¿Cómo de importante es que se hable de esto en el cine?

—Creo que es muy importante, aunque he de confesarte que no lo he hecho a propósito. La película nace de una motivación personal y una necesidad que yo tenía desde hace más de diez años con mi tata. Quería tener el mejor retrato de nuestra relación para la posteridad y eso conllevaba ponerme por primera vez detrás de la cámara. Cuando me di cuenta de los valores que transmitía creí que era imprescindible ampliarlo para el gran público. Es una oda a la vida y a la esperanza. A que una persona de 97 años, que ha pasado toda su vida ayudando y cuidando a los demás con una profesión quizá de las menos reconocidas como es ser limpiadora, acaba a su edad en la Gran Vía y estrenando una película donde ella es la protagonista. Además, se transmite algo muy positivo para todas las personas que la vean, independientemente de sus edades. Todo ello me hace muy, muy, muy feliz.

Estás hablando de valores, de la transmisión de estos, pero ¿cómo es posible que llegue a tanta gente?

—Es tan excepcional como lo que surgió durante la cuarentena cuando decidimos un día conectarnos en directo a través de su Instagram (@soylatatareal). Al día siguiente vimos que había mucho interés y lo hicimos de nuevo. Se acabó convirtiendo en un programa que traspasaba fronteras, que la convirtió en un fenómeno viral social y que hizo que hablaran de ella en otros países e idiomas. En Estados Unidos le pedían entrevistas en la televisión, en Telemundo, en Univisión, en Televisa. Inexplicable. Ella es magnética y creo que, si las cosas se hacen de corazón y por encima de todo está el amor que es lo que transmite la tata, es cuando nuestra historia llega muy lejos.

¿Quién es ella para aquellas personas que todavía no la conocen?

—Ella es Luisa Cantero, la bisabuela de un chico de 38 años que ha trabajado toda su vida como actor y que ahora está haciendo una película en la que le muestra lo que la quiere, lo que la cuida y cómo intenta devolverle todo aquello que ella le ha dado durante toda su vida. Sobre todo, es una mujer tremendamente carismática, inteligente, adelantada a su tiempo, humilde, generosa y con un sentido del humor que hace que, cuando la ves una vez, no puedas dejar de mirarla nunca más.

Te ha enseñado a fregar, a cuidar las plantas, a planchar, ¿qué es lo que te sigue enseñando?

—En esos 100 días de convivencia aprendí a lavar, a planchar, a coser. A un montón de cosas. Pero más allá de estas cuestiones, lo que he aprendido y sigo aprendiendo es sobre su actitud positiva ante la vida, el mirar la botella medio llena y no medio vacía, el tomarse la vida con alegría y humor, el ser valiente a pesar de las dificultades. Eso es lo más importante. Después, en lo que más me ayuda y por lo que yo tengo la necesidad de hacer este proyecto, es en su visión sobre la vida, sobre la muerte y sobre el estar tranquilos y aceptar una realidad que tarde o temprano nos llegará a todos.

¿Consideras que se deja de tratar a las personas mayores como personas a las que les quedan muchas cosas por vivir?

—Yo creo que es la vida y la sociedad la que nos lleva a no prestarles atención y a pensar que no pueden ser tan importantes como realmente lo son. Esta película muestra la importancia que tienen sobre la vida de una persona joven. A mí me nutre cada día e incluso es la que me ayuda a nivel personal y profesional. Ponerme detrás de la cámara es una inquietud que tenía desde hace años y, al final, ha sido ella la que me ha animado a dar este paso aun teniendo 97 años, que no definen nada. Las personas mayores tienen una inteligencia y sabiduría descomunal. Debemos aprender de esto cada día.

¿Os han llegado historias similares?

—Desde su cuenta de Instagram no paran de llegar mensajes de cómo la gente se siente identificada con nuestra historia, de cómo le ha cambiado su visión sobre muchos aspectos y de aquello que transmitía durante el confinamiento. A través del correo electrónico también nos han llegado muchas historias entrañables que nos emocionan muchísimo y nos siguen haciendo mucha ilusión. Nos sentimos muy orgullosos de algo que nació desde el corazón y que, sin ninguna pretensión, se ha convertido en algo que ayuda también a la gente. No solo a sentirse identificada, sino a encontrar la tranquilidad en muchos aspectos de la vida.

¿Cómo fue el momento en el que le enseñaste la película por primera vez a ella?

—Este momento es el más emocionante que hemos vivido. Además, cerró el ciclo de aquel rodaje que terminé hace seis años. Ella la vio por primera vez en una sala más pequeñita con nuestras personas más importantes. Fue muy emocionante. Yo estaba muy nervioso por cómo le iba a caer todo lo que trato en la película y me quedé muy satisfecho y tranquilo. Necesitaba que ella estuviera de acuerdo con cada plano que había puesto y la manera de tratar toda nuestra historia.

Ahora que te has animado con la dirección, ¿habrá más historias?

—Esta será única y puede que la más importante que haré nunca, pero por supuesto que habrá más historias. La oportunidad que me ha brindado la tata animándome a realizar un sueño que era ponerme detrás de la cámara y que estaba latente desde hace mucho tiempo, no se va a quedar aquí. Tengo diferentes proyectos que quiero sacar adelante como director. No solamente a nivel cinematográfico, sino también en cuanto a reflexión o entretenimiento. Me encantaría seguir explorando este camino a la vez que continuo con mi carrera como actor con todas las cosas que tengo pendientes ya que me quedan por estrenar tres películas, una obra de teatro y una serie de televisión.