Cultura

ENTREVISTA

Miguel Ángel de Uña: "La sexualidad y la culpa son asuntos de gran importancia en su obra"

El psiquiatra ha ofrecido este jueves una conferencia sobre Stefan Zweig en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner

Miguel Ángel de Uña.
Miguel Ángel de Uña.
Pablo Segura

El psiquiatra y conferenciante de temas variados relacionados, habitualmente, con su profesión y sus intereses por la historia y la literatura, Miguel Ángel de Uña, ha impartido este jueves en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca una ponencia sobre Stefan Zweig.

Un personaje que, según De Uña, “se ha puesto ahora bastante de moda gracias a una editorial, que es Acantilado, porque está haciendo un trabajo muy a favor de Stefan Zweig, un sujeto que en el mundo intelectual del siglo XX ha tenido un peso realmente importante en dos campos, el de la biografía histórica y el de la novela”, ha aclarado.

El conferenciante lo ha considerado “un epígono de la gran generación de escritores de la Europa central, como buen novelista vienés que era”. Así ha puesto en valor su obra tanto novelística como biográfica y ensayística, también.

Ha presntado al público a un Zweig que “tuvo una vida fácil, nació en el seno de una familia acomodada del imperio austrohúngaro y tuvo un éxito literario fulgurante desde muy temprana edad, convirtiéndose en el escritor más leído en varios países desde la Unión Soviética hasta Brasil, pasando por EE.UU., donde sus tiradas eran impresionantes; también tuvo un gran éxito cinematográfico porque muchos de sus libros fueron llevados al cine”.

Sin embargo, a hecho hincapié en que “tenía una vida fácil pero una personalidad complicada, mucho más compleja de lo que estamos dispuestos a asumir, tanto desde el punto de vista personal, muy contradictorio, como desde el punto de vista sexual, hay algunas sombras que todavía no han sido aclaradas, además de padecer un trastorno depresivo”.

En este aspecto, ha relatado a este diario que “se sabe que sufrió episodios depresivos con una relativa frecuencia”. Situación que facilitó un trágico final, puesto que se suicidó junto a su esposa, un hecho del que subrayó que “es una especie de vivencia tradicional en Centroeuropa, donde el suicidio era una salida honorable y, de hecho, entre la intelectualidad austriaca y húngara hay unos índices de suicidio abusivos”.

Entre otras cuestiones, De Uña ha revelado que veía necesaria esta ponencia puesto que “en particular, pienso que cuando hay una moda no todo es demasiado correcto”. Y confesó que él mismo tenía a Zweig “mitificado desde muy jovencito”, pero “al estudiar bien su obra” advirtió que “tenía muchos claroscuros, los que tiene todo gran personaje”.

En cuanto a su interés personal por este escritor, ha indicado a este periódico que provenía desde los 9 o 10 años, “cuando mis padres me regalaron mi primer libro serio, fue el de Fouché”, del que destacó que “es de lo mejor que escribió” y ha agregado De Uña que “después seguí con María Antonieta y María Estuardo...”.

El ponente puso en valor los libros de este autor, de los que ha declarado que “los asuntos relacionados con la culpa y la sexualidad tienen una gran importancia en las novelas de Stefan Zweig”.