Isidro G. Bango Torviso: “La Catedral de Jaca es la primera románica de toda España”

“La Catedral de Jaca es la primera románica de España y dejar constancia escrita duele a mucha gente a ambos lados de los Pirineos, españoles o franceses”, señala Isidro G. Bango Torviso, autor del libro publicado en 2020 sobre el templo altoaragonés con la consideración de “un edificio del siglo XI”.

El Museo Diocesano de Barbastro-Monzón le invitó entre los mejores especialistas españoles para intervenir en el XI Ciclo de Arte Románico, que ha despertado gran interés social en las tres conferencias celebradas en colaboración con Amigos del Museo y Ayuntamiento.

Isidro G. Bango fue catedrático de Historia del Arte Antiguo y Medieval en la Universidad Autónoma de Madrid, de la que ha sido decano; investigador principal en varios proyectos nacionales y miembro de la junta directiva del Comité Español de Historiadores del Arte, entre otras responsabilidades. Destaca la experiencia de comisario en exposiciones muy significativas, autor de 120 ponencias, trabajos de investigación sobre la cultura medieval española y autor de varios libros, entre ellos uno sobre la Catedral de Jaca.

Recuerda por qué lo escribió: “No estaba de acuerdo con la manera de trabajar de mis colegas. Cuando uno empieza a pensar que cada vez le queda menos para terminar su labor investigadora, quise poner fin a un trabajo de más de veinte años y llamar la atención sobre cómo se estaba clasificando la Catedral de Jaca. Consciente de que el libro iba a levantar heridas porque es difícil dar marcha atrás en tesis establecidas y aceptadas”.

En este sentido, “puedo decir que los argumentos históricos que empleo, unidos a los restos arqueológicos, hoy por hoy, lo más próximo a la realidad histórica es la que dejo constancia. No quiere decir que tenga razón, pero son los argumentos más decisivos porque cuando se trabaja en Edad Media es difícil llegar a afirmaciones contundentes. A día de hoy, no conozco a nadie que pueda rechazar mis argumentos, pero situar Jaca como la primera catedral románica de España duele a mucha gente”.

En su trayectoria ha sido miembro de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Nacional: “Se suele reunir una vez por mes y presentan cerca de mil casos con lo cual se ve todo demasiado deprisa para tomar conclusiones entre expertos. Te das cuenta de la cantidad de cosas que se nos pueden escapar porque faltan más ojos y tiempo para verlo. En ese sentido, el bosque no deja ver cosas concretas de mucho interés. En los años que he estado en la Junta se podría escribir un libro de anécdotas sobre las piezas porque es labor que debe cuidarse mucho”.

Se refiere, también, a las 111 obras de arte religioso devueltas por el Museo de Lérida, en depósito judicial en el Museo Diocesano: “Tengo una visión del asunto desde el punto de vista de justicia histórica, hay un aspecto que debe tenerse en cuenta, alguien ha rescatado las obras en un determinado momento y ha evitado la posible pérdida o desaparición. Creo que hubiese servido mejor un buen acuerdo. Hubiera sido mejor para todos”.

Se refirió al Museo Diocesano en términos de “una preciosidad, hay obras muy atractivas, de primer orden artístico, otras de carácter popular, artesano, pero representan la realidad de un pueblo, con lo cual todas son importantes. Este tipo de museos es fundamental”.