Cultura

MÚSICA

Las salas de conciertos esperan “llegar con vida al final del túnel”

Corleone, Florida 135, Rock Blues Café y Juan Sebastián Bar analizan dos años fatídicos y El Veintiuno se muestra más optimista  

Concierto “con mascarilla” en la sala oscense El Veintiuno.
Concierto “con mascarilla” en la sala oscense El Veintiuno.
Marina Gil

Tras casi dos años de pandemia en los que ha sido prácticamente inviable organizar conciertos, las salas de la provincia esperan “llegar con vida al final del túnel”.

Así lo asegura Eduardo Lardiés, responsable de la Sala Corleone de Sabiñánigo, que hace un balance “pésimo” del sector en 2021.

“Somos ocio nocturno y hemos sido maltratados por el Gobierno de Aragón. Somos los perseguidos, cuando queda claro que las fiestas de noche se siguen haciendo con nuestros negocios cerrados y los números de los contagios siguen creciendo estas navidades, siendo que nosotros estamos casi cerrados desde el día 28 de diciembre”, asevera.

Después de un año sin música en directo por el coronavirus, en 2021 el recinto decidió crear “una programación asequible y atractiva a la vez, con muchas bandas amigas que también necesitaban tocar”, un objetivo que cumplió también gracias “a la ayuda de Cultura del Gobierno de Aragón, que subvencionó” el ciclo.

“El tener que acondicionar el aforo y las necesidades a las restricciones existentes en cada momento fue lo más duro, pero compartir lo que nos gusta con nuestro público y su apoyo incondicional hizo las cosas más fáciles”, reconoce.

De momento, 2022 no ha empezado tan mal para el local, cuya programación está prácticamente cerrada “hasta el mes de julio”.

“Comenzamos con nuestro ciclo de blues el 29 de enero, el Corleone & Blues vuelve desde enero de 2020. Y hemos puesto nuestro máximo empeño en superar lo de otros años. Como decimos nuestro público es lo más grande -enfatiza-, lo que hace que una sala como la nuestra en un pueblo como el nuestro pueda seguir abierta y haciendo lo que nos gusta durante casi 18 años”.

Al igual que casi todos sus compañeros del mundo de la cultura y el ocio nocturno, Lardiés no se atreve a señalar cuándo llegará la normalización, pero confirma que no se van a quedar parados esperándola.

“Si no nos desesperamos allá por mayo o junio con las decisiones que haya desde arriba, nuestra idea es afrontar la programación de la segunda parte del año hasta noviembre... Además combinarla en verano con actuaciones al aire libre en Vitelli Terrazza, un espacio anexo a la Sala Corleone”, anuncian.

El Veintiuno se muestra más optimista

En 2021 solo hubo tres conciertos en la sala oscense El Veintiuno, que fueron protagonizados por La Guardia, Travis Birds y Carlos Sadness en diciembre, cuando agotaron todas las entradas disponibles.

“Fueron maravillosos y básicamente nos han servido para volver a la actividad con las nuevas restricciones y para sentir que la gente sigue demandado música en directo. Ha sido una primera toma de contacto y esperemos que sea el principio del fin”, señala Luis Costa, socio del recinto junto a Laura Laporta y Miguel Ángel Ortiz.

La programación se vuelve a reactivar en la sala el 4 de febrero con Delaporte, “si las restricciones en ese momento lo permiten”, matiza.

“A día de hoy estamos expectantes, pero la idea es seguir con una programación regular de cuatro o cinco conciertos mensuales hasta el mes de mayo -Mr. Kilombo, La La Love You y Poncho K pasarán por El Veintiuno- y a partir de entonces pararemos para centrarnos en los muchos proyectos que tenemos fuera de la sala y volver a reactivar la actividad a finales de septiembre”, dice.

Lejos de desanimarse, Costa afronta 2022 “con mucha ilusión y con la ambición de que por El Veintiuno vuelvan a pasar los artistas y grupos más importantes” del panorama nacional. “¡Tengo la sensación de que será un año bonito!”, agrega.

Florida 135 espera seguir con la fiesta

Las ganas del público de volver a disfrutar de las sesiones de Andrés Campo en Florida 135 les llevaron a registrar un “sold out” en 10 minutos, aunque en cuestión de semanas los organizadores pasaron de la euforia al bajón.

“Por desgracia no hemos podido hacer nada más por la situación sanitaria y la verdad es que es muy triste lo que estamos viviendo”, dice Joaquín Cabós, director de la sala fragatina y el Monegros Desert.

“Fuimos los primeros en tener que cerrar y los últimos en abrir. La verdad es que pensábamos que en 2021 podríamos organizar el festival y abrir más la discoteca, pero todo se fue al suelo finalmente”, lamenta.

Cabós reconoce que “la salud es lo primero”, pero critica que a su sector” le haya tocado pagar el pato”.

“Nosotros somos los primeros interesados en que no pase nada y que todo el mundo esté a salvo, pero no sabemos ni cuándo ni cómo volveremos”, sostiene.

El director cree que se anulará el evento que tienen programado para finales de enero y ya tiene sus esperanzas puestas en la celebración del Carnaval y el Monegros Desert. “Si nos dejan, el festival lo vamos a realizar a lo bestia, lo nunca visto, y espero que nuestra programación regrese por fin a la sala”, concluye.

Blues Rock Café y Juan Sebastián Bar, sin música

El Blues Rock Café de Monzón no acoge un concierto desde 2019, cuando su programación conquistaba a los habitantes del Cinca Medio.

“Ha habido años con muchísimo nivel, pero desde que llegó la pandemia no hemos tenido posibilidad de celebrar más”, lamenta el encargado Augusto Castejón Calvo.

Para 2022 les gustaría “programar alguna actuación de swing”, pero de momento no se atreven a decir cuándo será posible, porque “la gente tiene mucho miedo a los espacios interiores y solo funcionan bien las terrazas”.

Desde el Juan Sebastián Bar de Huesca también llevan dos años sin organizar ningún concierto, pero según el propietario del local, Lorenzo Casajús, podrían volver a la carga en 2022 si se dan las condiciones adecuadas, algo que los amantes del jazz esperan con ansia.