Cultura

EXPOSICIÓN

Homenaje a Castarlenas y los pueblos abandonados

La portada renacentista plateresca de la localidad puede disfrutarse por partes en el Espacio Pirineos de Graus

El público vio de cerca la exposición en la inauguración.
El público vio de cerca la exposición en la inauguración.
E.F.

La espectacular portada renacentista plateresca de Castarlenas puede disfrutarse, de momento por partes, en el Espacio Pirineos de Graus, como cuerpo central de la exposición de producción propia Castarlenas. Memoria en Piedra, con la que el centro inauguró este sábado su décimo sexta temporada y que podrá visitarse hasta el 25 de abril.

Fotografías, recreaciones digitales de última generación, testimonios de sus últimos habitantes y una exhaustiva investigación componen esta muestra que pretende que Castarlenas, con la conservación de su portada y su memoria, sea un homenaje a otros despoblados grausinos.

La portada reconstruida que se instalará en los próximos meses en el interior de Espacio Pirineos quedará como símbolo de todos ellos.

Un detalle de la espectacular portada renacentista plateresca de Castarlenas.
Un detalle de la espectacular portada renacentista plateresca de Castarlenas.
E.F.

La alcaldesa de Graus, Gemma Betorz, abundó en el propósito de la muestra: “Esta exposición permite echar la mirada atrás a los pueblos abandonados que se fueron vaciando. Castarlenas es uno de ellos y esta expo recuerda a Castarlenas y los pueblos y pueblos que se han ido deshabitando”.

La iglesia de Castarlenas, agregó la edil, presentaba “un progresivo estado de ruina inminente”. “Un deterioro muy grave que, el verano pasado, por iniciativa popular de personas inquietas y preocupadas, motivó una recogida de firmas”, recordó la alcaldesa, quien lamentó que “la imposibilidad de obtener fondos”, obligara a tomar la decisión de, al menos, salvar la portada renacentista plateresca, en colaboración con el Obispado. 

“Todos creo que tenemos el mismo sentimiento encontrado porque, por una parte, tenemos aquí las piedras salvaguardadas. Lo ideal sería que estuvieran en su ubicación, pero con el peligro que corre la iglesia era necesario recuperar la portada”, indicó la directora del centro, Elena Nogarol.

La exposición, prosiguió, pretende “poner en valor” a Castarlenas y su patrimonio. “En los años 70, el pueblo quedó deshabilitado y el deterioro se ha incrementado”. Rescatar la portada y reubicarla en Espacio Pirineos será “un símbolo para el resto del patrimonio grausino”, dijo.

La directora de Espacio Pirineos detalló el contenido de la muestra que ocupa las cuatro capillas de la nave central.

Los paneles explicativos de la primera de ellas sitúan Castarlenas, sus orígenes y su evolución como villa medieval.

En la siguiente, se abunda en la dependencia de la Baronía de Castro, de cuyo esplendor en el siglo XVI surgió la iglesia y a propia portada, similar a otras renacentistas de la zona como la basílica de la Virgen de la Peña de Graus.

En la tercera, la exposición incide en los aspectos estéticos y hace una comparativa con fotografías actuales, sobre todo, del templo.

Por último, se centra en la portada, bien conservada al haber estado cubierta por un pórtico y superpuesta a un muro estructural, lo que le ha permitido extraerla sin peligro, en unos trabajos que ha desarrollado la empresa Prames.

La capilla incluye una reproducción de la portada de gran formato, obra de Jorge Valero, cuya venta contribuirá a la recaudación para su conservación. Piezas de piedra de la portada, espléndidos capiteles y dovelas, entre otras.