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Cortos en femenino y mujeres en medios hostiles

El problema afgano y la sexualidad de indígenas mexicanas, en el centro de la Muestra de Cine Realizado por Mujeres, este sábado

Fotograma de ‘Nudo mixteco’, de Ángeles Cruz, que se proyecta en la noche de este sábado en el Olimpia.
Fotograma de ‘Nudo mixteco’, de Ángeles Cruz, que se proyecta en la noche de este sábado en el Olimpia.
S. E.

La tercera jornada de la XXII Muestra de Cine Realizado por Mujeres se pone en marcha este sábado a las 12:30 horas con un encuentro con Alba Gutiérrez y Eva Libertad, directoras ganadoras de Cortos en Femenino 2022, en el Casino de Huesca.

Las proyecciones comenzarán a las cinco de la tarde de este sábado con el documental Hava, Maryam, Ayesha, ópera prima de Sahraa Karimi, actriz, productora y directora de cine afgana. “Conmovió a todo el mundo con su grito de socorro e instando a la población a que no se olvide del problema afgano”, ha recordado Chus Fenero, de la organización del certamen oscense. “La película -ha comentado- está protagonizada por tres mujeres afganas de Kabul que se enfrentan a desafíos relacionados con la maternidad, con las relaciones de pareja... Como dijo la directora, mi objetivo es narrar la vida de las mujeres que no han tenido voz durante muchos años”.

A las 19 horas comenzará la sesión dedicada a los cortometrajes en femenino, ganadores este año, que son: Club silencio, de Irene Albanell; Escamas, de Katherina Harder; Oro rojo, de Carme Gomila; Sorda, de Nuria Muñoz-Ortín y Eva Libertad; Xsmall, de Alba Gutiérrez, y el finalista Tótem loba, de Verónica Echegui, que se estrenaba con este trabajo con el que ganó el Goya al mejor corto de ficción, recuerda Fenero.

A las 22 horas se proyecta Nudo mixteco, ópera prima de la mejicana Ángeles Cruz, premiado en importantes festivales. Las protagonistas, “tres mujeres, tres perspectivas para contar un asunto que nunca se había abordado en el cine mexicano, la sexualidad de las mujeres indígenas; en un lugar del mundo en el que los feminicidios y los abusos sexuales son la cotidianidad, donde atreverse a vivir un amor lésbico significa ser una proscrita y la expulsión de la sociedad. La película es una muestra más de que lo personal es político”, ha dicho Fenero.