José María Ortega: “Si no hay utopías, el futuro se puede volver muy tenebroso”

El ilustrador y escritor barbastrense, afincado en Madrid, José María Ortega publica el libro Siete ciudades para el siglo XXI. Un camino hacia la fraternidad, a través del cual propone reflexionar sobre cómo podemos tener un mundo mejor. Para ello, parte de lo concreto para alcanzar lo universal.

Ortega explica a este periódico que “este libro expresa las preguntas que se hace un hombre normal, de la calle, sobre el mundo que le ha tocado vivir y sus propuestas sobre cómo le gustaría que fuese”.

En este caso, presenta sus propuestas personales: “Se trata de imaginar un mundo más utópico para todos. Para ello, se parte de la idea del dialogo entre naciones y culturas, localizando este en ciudades que, por su simbolismo e historia, ponen un marco muy adecuado para que este sea fructífero”. Y advierte que, “en un planeta globalizado, las relaciones entre los países y las culturas, por lejanos que parezcan, al final nos afectan a todos”.

Dos ideas fueron el detonante de este proyecto, apunta el barbastrense, que desde muy joven pensó que “el mundo necesitaría una capital y también Europa”. Esta primera idea “no es tan baladí. Ya Simón Bolivar pensaba que el mundo podría erigir su capital en Panamá. Y bueno, uno siempre espera que sus hijos vivan en un mundo mejor o al menos que puedan soñarlo. Si no hay utopías, el futuro se puede volver muy tenebroso”. Ortega elige siete ciudades para el encuentro y el dialogo, “un buen número para partir hacía algo, y guarda mucho simbolismo”, y destaca que “no son proyectos urbanísticos”.

Por otro lado, propone también sus banderas. Y es que, como subraya, “soy licenciado en Bellas Artes por la especialidad de diseño y profesor de Dibujo en Secundaria. Además, me gusta el mundo de las banderas y los simbolismos”, por tanto, continúa, “no pude evitar crear unos emblemas que acompañaran a cada proyecto. Creo que los emblemas y su explicación le dan mucha fuerza y originalidad al libro, así como ayudan a expresar las ideas planteadas”.

Sobre el proceso de escritura, el autor barbastrense explica: “Tardé mucho en decidirme a escribir este libro, aunque sea más bien breve, pero una vez que me metí en él fue todo muy rápido”.