Cultura

MÚSICA

Celino Gracia emociona al público en su concierto en Santa Eulalia de Gállego

La lluvia obligó este lunes a trasladar la segunda actuación de Cosecha de Invierno al interior del hotel Alén d’Aragón

Celino Gracia actuó en el hotel d’Aragón en Santa Eulalia de Gállego.
Celino Gracia actuó en el hotel d’Aragón en Santa Eulalia de Gállego.
C.L.H.

Celino Gracia completó el primer fin de semana de la Muestra de Artes Cosecha de Invierno, que organiza la Comarca Hoya de Huesca, con una actuación que hizo aflorar las emociones. El cantautor turolense dio inicio a su concierto con Le llamaban Lulú pasado ya el mediodía del lunes festivo en el salón del hotel Alén d’Aragón en Santa Eulalia de Gállego. La lluvia obligó a trasladar al interior un espectáculo programado para el interior, pero este contratiempo incrementó la proximidad del público y la percepción de la sensibilidad que transmite este joven creador aragonés.

Celino Gracia destaca por una voz cálida y delicada que, en su interpretación, domina el buen gusto de acariciar la hondura de sus letras.

Celino Gracia es un músico para escuchar atento y sin prisas, para no perder detalle de las historias que narra en sus canciones. Heredero de figuras como Luis Eduardo Aute, Ismael Serrano o Silvio Rodríguez, ha publicado entre 2016 y 2021 tres álbumes de estudio (el último, Cuántos violines para decir piano) que lo han llevado a obtener el Premio Artista Mayor Proyección en los XXII Premios de la Música Aragonesa del año 2021.

Con estas credenciales se presentó en esta Edición Primavera de una Cosecha dedica a la canción de autor. Desde el primer momento, atrapó al público al que, incluso, llegó arrancar lágrimas y sonrisas en algunas de sus más brillantes piezas. Interpretó una quincena de temas donde destacaron su conocida Palabras, palabras, las emotivas El sastre o Meñique, a las que se sumó alguna versión como La quiero a morir.

El concierto concluyó con Valeria y Ojalá, aunque los aplausos obligaron al artista a regalar dos bises, antesala de una amena reunión en torno a un tentempié en el jardín entre artista y público gracias con el que los anfitriones del hotel Alén d’Aragón (Jose y Alan) agasajaron a los asistentes.