Cultura

50 festival internacional de cine de huesca

Eugenio Monesma: “Siempre he tratado de dar voz a los de abajo”

El director, Premio Simón de Honor 2022, clausura los vermús del festival

Chus Fenero y Eugenio Monesma, en el vermú.
Chus Fenero y Eugenio Monesma, en el vermú.
Pablo Segura

Con casi 3.300 documentales a sus espaldas y a punto de recibir el merecido Premio Simón de Honor, Eugenio Monesma ha protagonizado este viernes el último vermú del 50 Festival Internacional de Cine de Huesca, donde ha confirmado que con su trabajo “siempre” ha tratado “de dar voz a los de abajo”.

Y por eso, entre otras cosas, se ha ganado la simpatía del público, que en el exterior de Ultramarinos La Confianza ha podido conocer de cerca su trayectoria, que empezó precisamente gracias al certamen oscense.

“Yo nací como cineasta en el Festival de Cine de Huesca”, ha confirmado el oscense, que ha destacado especialmente su corto Jaque de Reyes (1980), inspirado en un cartel polaco visto en el Teatro Olimpia.

Tras varias obras de animación, algunas de ellas realizadas con plastilina, y su época antibelicista, el oscense decidió irse de su empresa y lanzarse a este mundo, en el que empezó filmando bodas, grabando videos en Super 8 y 16 mm, aprendiendo ”a encuadrar bien" e incluso montando un videoclub.

Su salto al documental llegó gracias al apoyo de Ángel Gari y Manuel Benito Moliner.

Así, el oscense empezó a recuperar oficios antiguos -algunos de ellos ya desaparecidos-, fiestas, tradiciones,... siempre yendo “poco a poco”.

Desde entonces ha rescatado más de mil y ha crecido hasta tener en algún momento “tres equipos de rodaje y hasta 20 personas contratadas”, con las que grababa “entre 300 y 400” documentales anuales.

Referente de una generación de cineastas oscenses como Orencio Boix, Eugenio Monesma ha confesado que “nunca” ha dado “prioridad a la estética”, sino a “un contacto directo con el entrevistado y al impulso de su testimonio”.

Un punto de inflexión en su carrera fue su audiovisual sobre las navatas, en el que corrieron “un riesgo grande”, ha dicho “Tuvimos que contratar un seguro y menos mal, porque tuvimos un accidente, aunque afortunadamente no pasó nada. Menudo susto nos pegamos”, ha señalado.

Este enamorado de las piedras también ha apuntado que generalmente no se ha sentido “respaldado económicamente”, llegando a vivir su peor momento cuando se produjo el “caso Gomáriz” en 1993.

“Me quedé con toda la producción paralizada. Me pilló con 30 millones de pesetas invertidas en material”, ha lamentado, antes de comentar que afortunadamente Televisión Española entró a su vida poco después, una alianza que duró años y que llevó sus obras a sitios tan recónditos como Irán.

Otra de sus aventuras más conocidas es la que mantiene con Canal Cocina, donde lleva 22 temporadas grabando recetas, aunque en los últimos años donde está arrasando es en YouTube. 180 millones de visitas en total, 200.000 visionados diarios, 636.000 suscriptores,... Monesma es un auténtico ‘youtuber’ y también ha dado el salto a Facebook o TikTok.

“La mayor satisfacción personal son los comentarios que me deja la gente”, ha confirmado Monesma, que ya prepara nuevos documentales para los próximos meses. Pero antes, el sábado 25 de junio, recogerá el Simón de Honor, premio por el que le han felicitado en el acto Jesús Marco y Roberto Sánchez, representantes de la Academia del Cine Aragonés, y la periodista Chus Fenero.