Cultura

la entrevista

Vito Sanz: “Hacer esta película tras la pandemia fue como una especie de terapia”

El actor oscense acaba de estrenar en cines el largometraje Tenéis que venir a verla, dirigido por el realizador Jonás Trueba

Vito Sanz, en Tudela.
Vito Sanz, en Tudela.
Carlos Gurpegui

Jonás Trueba estrena este viernes Tenéis que venir a verla, que supone una invitación expresa para ir a las salas de cine y una película-reencuentro después de la pandemia.

Vito Sanz (Huesca, 1982) es el protagonista de la cinta junto a Itsaso Arana, Francesco Carril e Irene Escolar, con los que vivió un rodaje curativo.

“Juntarse con los amigos es algo necesario después de una pandemia y tener la posibilidad de hacer una película tan frágil con Jonás fue como una especie de terapia para mí, y eso me gustó”, aseguró el intérprete recientemente en el festival ‘Lo Que Viene’ de Tudela.

El actor oscense confesó que tenía fe ciega en este proyecto porque conoce muy bien al director, con quien ya había colaborado en títulos como Los ilusos (2013), Los exiliados románticos (2015) y La virgen de agosto (2019).

“Sabes que el trabajo va a ser difícil, pero que tienes un amparo. Generalmente, el actor se sostiene con el guion para poder manejar la película, pero cuando van desapareciendo esos puntos de apoyo aparece la figura de Jonás”, valoró.

Con el tiempo, actor y director han generado “un lenguaje en común” en el apartado laboral que es “bastante particular, difícil de explicar y muy personal”, prosiguió.

Son películas que tienen mucho de nosotros y de retrato de algo que está pasando, no tanto generacional, sino del momento en el que vivimos”, dijo.

Concretamente, Tenéis que venir a verla consiguió que el oscense empatizara a nivel personal por cómo aborda la salida de la pandemia, mostrando sensaciones que él mismo experimentó como “el desorden, ir buscando algo o la melancolía”, enumeró.

Lo habitual, según Sanz, es que el séptimo arte retrate “el inicio o el final de una relación”, mientras que la fase intermedia queda un tanto olvidada, algo que no ocurre en su nueva película, que muestra esos dilemas “que uno tiene y que no hay que ocultarlos”, enfatizó.

“Quizás la pandemia ha generado ese momento emocional en el que nos hacemos preguntas y hay debates internos. Hay que contarlas sin grandes conclusiones, sino que cada uno las pueda pensar o recapacitar”, sostuvo el actor.

La naturaleza es protagonista y referente moral del largometraje, pero no de la vida del actor, que se confiesa “bastante urbanita”.

“Vengo de donde vengo y me gusta Huesca, pero me abruma la naturaleza”, subrayó Sanz, quien rememoró la “ansiedad gigante” que sufrió después de vivir “durante dos meses” en el huerto ecológico de una antigua novia.

“Con estar dos semanas -fuera de la ciudad- estoy feliz y contento, pero en Madrid me siento como en casa”, reiteró, antes de contar algún recuerdo con sus abuelos en Villanúa y destacar que “la naturaleza y la familia han estado muy vinculadas” en su vida