Alrededor de un millar de personas, quinientas que habían comprado su entrada y casi el doble que abarrotaban los soportables y las terrazas de la plaza Mayor de Graus, disfrutaron del espléndido concierto del gaitero Carlos Núñez, teloneado por los locales Mosicaires, para completar todos juntos la propuesta folk De los Pirineos a Finisterre.

Carlos Núñez hizo vibrar al público casi tanto o más que en su concierto en la plaza Mayor de 2007, una cita que él mismo recordó en su saludo a los grausinos, muchos de los cuales, repetían entre el público. El concierto supuso el arranque de este festival que organiza la DPH.

La alcaldesa, Gemma Betorz, agradeció que la Diputación de Huesca que incluya a Graus en el festival con citas de este nivel. Estoy muy “contenta de ver la plaza abarrotada de gente, disfrutando de un espectáculo fantástico, variado y ameno”.

Compartió la satisfacción por ver la plaza “como antes de la pandemia” con la diputada Sofía Avellanas, emocionada con la respuesta. Este evento cultural “nació en plena pandemia y lograron sacar adelante un festival por el que nadie apostaba. Estamos muy contentos”, aseguró.

A nivel técnico, Luis Calvo detalló que el concierto musicó ese viaje partiendo del Pirineo con Mosicaires y concluyendo en Finisterre. “Van a tocar juntos porque aquí en Graus hay buena cantera de músicos que beben de la tradición pero se fusionan con otras músicas”, apuntó, elogiando la plaza Mayor grausina, la plaza porticada más icónica del Pirineo y de todo Aragón, catalogada BIC desde 1975.

El jotero Javier Badules, el acordeonista David Aznar o el músico grausino Joaquín Laplana, además de varios gaiteros, acompañaron a los Mosicaires en su viaje por el Pirineo, pero también por toda esa Iberia Impura que recorren en sus canciones. A su vez, ellos acompañaron al propio Núñez, algunos de los cuales ya tocaron con él en 2007 en Graus en un fantástico recital, donde destacó la presencia de uno de los “chieftain” que, procedente de Nueva York, le acompañó con el violín y el baile.