Beselch Rodríguez “Nuestro show casi parece un mercadillo de pequeñas guitarras”

Cada vez que toca en la Península, el músico canario Beselch Rodríguez percibe que los sonidos y tradiciones de su tierra “son muy poco conocidos” aquí, algo que lamenta, porque “la lejanía nos hace daño y nos separa”.

Por eso, su objetivo es “luchar para acercar ambas culturas, regiones y puntos de vista”, para que se produzca “un intercambio mutuo y necesario”.

Para cumplir esta misión, Rodríguez, Germán López, Althay Páez y Yone Rodríguez viajan hoy (22:30 horas) hasta Huesca para inaugurar el XXI Festival iberi@huesca.folk con Timples y otras pequeñas guitarras del mundo.

“El espectáculo es sorprendente, porque reunimos en el escenario casi una decena de instrumentos pequeños -ukeleles, charangos,...-. Casi parece un mercadillo”, avanza.

Todos ellos son “familia” del timple, al que define como “el instrumento canario por antonomasia”.

Esta guitarra pequeña de cinco cuerdas la toca “casi por obligación”, ya que se la regalaron unas navidades y desde entonces le han pasado “muchas cosas” mientras la tocaba.

Además de mostrar bien cómo suena este instrumento, los músicos enseñarán otras piezas de todo el mundo.

“La gente se va a encontrar pequeñas guitarras y va a poder conocer de dónde vienen. Será una montaña rusa con momentos de mucha intensidad, de virtuosismo y otros más tranquilos. Esperamos que al público le sea muy agradable nuestro viaje”, desea.

Beselch Rodríguez, Althay Páez, Germán López y Yone Rodríguez son amigos desde que eran niños, cuando les unió su amor por el timple.

“En todo este tiempo hemos mantenido una amistad muy bonita. Hay mucho buen rollo entre nosotros en este proyecto, en el que reina la confraternidad y creemos que todo esto sumado a la música se va a percibir”, comenta.

Leandro Ojeda (contrabajo) y Jonathan Campos (voz) les acompañarán hoy en el iberi@huesca.folk

“Siempre es positivo encontrarse festivales de músicas del mundo y de raíz. Es muy positivo que un lugar eminentemente cultural como Huesca tenga esta iniciativa. Hay que intentar que se mantenga a pesar de los malos momentos que vive la cultura”, concluye