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Domador: “Tenemos las ideas bastante claras y mucha ilusión para esta nueva etapa”

El grupo oscense presenta este sábado (20:30 horas) su nuevo disco en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca

Rubén Clavería y Chema Barrio son Domador.
Rubén Clavería y Chema Barrio son Domador.
Juanjo Rueda

El grupo oscense Domador regresa tras cinco años de silencio con El mal menor, un disco que refleja la angustia vivida durante los últimos años y que presentan este sábado (20:30 horas) en directo en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner.

El mal menor se ha publicado este viernes. ¿Qué puede encontrar el público en este nuevo disco?

—Son once canciones que coinciden en regirse por el principio ético de “el mal menor” -la elección u omisión de una acción en pos de otra que pudiese suponer un mal mayor-. Hablan de amor, de muerte, de dolor… siempre desde la mirada distópica del movimiento pánico, pero con un guiño a lo positivo de saber que la elección es la acertada.

¿Cómo ha sido el proceso de composición y escritura de las letras?

—Partimos de la premisa de la vuelta a los orígenes; a buscar en nuestros inicios la chispa necesaria para encender la máquina de nuevo. En principio, durante el confinamiento, tuvimos que idear un sistema de composición ‘online’: un pequeño ‘riff‘ de guitarra o unos pocos compases de batería servían para ir construyendo los temas vía “Zoom” o “Skype”. Solemos componer música y letra al mismo tiempo, así que, con la “nueva normalidad”, al regresar a los ensayos presenciales, solo quedaba tocarlas e ir puliendo pequeños flecos.

¿Dónde habéis desarrollado este proyecto y con quién habéis compartido este viaje?

—El disco se grabó a finales de marzo en los estudios Séptimo Cielo de Chechu Martínez, en Zaragoza, bajo la batuta y producción de Satur Rodríguez. El trabajo de masterización corrió a cargo de Javier Roldón en Vacuum Mastering, como siempre.

Las nuevas canciones del disco se han cocinado a fuego lento, ya que han pasado 5 años desde vuestra última grabación. ¿Qué ha pasado en este tiempo y por qué habéis tardado “tanto” en volver a la escena?

—Cinco desde la grabación y tres desde que no pisamos un escenario (a excepción del FAT Festival de Binéfar hace unos meses)… El covid ha trastocado bastantes planes pero, en ningún caso, el tiempo ha supuesto un agobio. Hemos invertido el tiempo que el proyecto ha precisado para madurar, sin prisas, disfrutando con calma de cada nuevo paso y al ritmo que el mismo marcaba.

Este es vuestro primer disco como dúo. ¿A qué se ha debido esta decisión tan valiente?

—Aunque no sea un dato conocido, Domador nació como dúo en 2007. En este tiempo ha conocido diversas formaciones, aglutinado diferentes estilos y sufrido múltiples mutaciones. Tras un giro inesperado de los acontecimientos, que nos transformó en dúo y que obligó a renovarse o morir, elegimos el mal menor (risas).

A The White Stripes les funcionó muy bien esto de ser solo dos. ¿Os sentís igual de fuertes para afrontar este proyecto mano a mano?

—Sí, ¡claro! Tocamos juntos desde 2002 y aún nos quedan ganas de seguir adelante ¿Qué puede salir mal? Tenemos las ideas bastante claras y mucha ilusión para esta nueva etapa. Que tiemble Jack White.

El irremediablemente pensamiento de morir y Ama y vuela son algunos de vuestros temas más oscuros, sobre todo el primero. ¿Es así cómo os habéis sentido durante estos dos años de pandemia?

—Han sido unos años duros. Hemos tenido que dejar de compartir tiempo con familiares y amigos, cambiar de hábitos y estilos de vida. Todo ello con la alargada sombra de una enfermedad devastadora pegada al hombro a diario. Es obvio que muchos de nuestros temas reflejan los miedos, dudas e impotencia que hemos tenido que sufrir.

¿Cómo ha sido la grabación de los dos videoclips publicados hasta la fecha?

—El primero, Ama y vuela, es una producción de Disturbio Films y Claudi López. Ya habíamos trabajado con Daniel Pardo anteriormente y teníamos claro que queríamos repetir. Desarrollamos en conjunto la idea inicial (el duelo) y pasamos unas tardes muy divertidas entre la ermita de Loreto y el pantano de Arguis. El segundo, El irremediable pensamiento de morir, lo dejamos en manos de Eduardo López; un debut nada fácil, teniendo en cuenta las fechas de entrega, las grabaciones a la carrera en mitad de las fiestas de San Lorenzo o nuestra disponibilidad horaria. Se grabó en diversas localizaciones de nuestra ciudad. Estamos muy satisfechos con el resultado de ambos. Se encuentran alojados en YouTube ¿A qué esperas?

En este nuevo trabajo habéis fichado por Carcajada Records. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?

—Encontramos a Daniel Sancet (Alternativa Management) casi por casualidad, buscando una empresa de comunicación para preparar el lanzamiento del disco. En nuestra primera conversación vimos claro que su idea de lo que suponía un lanzamiento y su propuesta de objetivos casaba perfectamente con nuestros deseos. La verdad que todo está saliendo a pedir de boca.

¿Cómo vais a trasladar el disco al directo? ¿Estaréis solos ante el peligro?

—Las canciones fueron concebidas para guitarra y batería; el trabajo de producción arregló los temas añadiendo nuevos elementos que, a día de hoy, somos incapaces de obviar; respetan la estructura original y añaden mucho espacio y colorido, es por ello que nos apoyamos en algunas pistas de acompañamiento para respetar el ambiente del disco. Y sí, en esta ocasión estaremos solos.

¿Qué supone para vosotros volver a los escenarios en vuestra casa?

—Somos animales de costumbres. Siempre hacemos lo posible para que el primer concierto sea en casa. Más allá de la comodidad propia, nos gusta pensar que es una forma de agradecer a nuestra gente el apoyo que recibimos.