Cultura

Ángel Martín: “Las palabras son las responsables de transmitir nuestros pensamientos”

El escritor, actor y cómico hace doblete en Huesca con la presentación de su libro ‘Por si las voces vuelven’ y su espectáculo ‘#103Noches’

Ángel Martín.
Ángel Martín.
S. E.

El escritor y cómico Ángel Martínez visita Huesca para presentar su libro Por si las voces vuelven (editorial Planeta) y su show 103 noches. La primera cita será hoy en el salón de actos de la Fundación Caja Rural de Aragón, a las 19:00 horas. El autor, que también firmará ejemplares de la obra, relatará esta historia autobiográfica en la que narra su relación con la locura y cómo tocó fondo. Al día siguiente se subirá al escenario del Teatro Olimpia donde, a las 20:30 horas, presentará #103Noches, un espectáculo con el que está triunfando y llenando las salas de todo el país. Este monólogom que Ángel Martín elaboró con detalle durante el confinamiento, concretamente durante 103 noches que duró el encierro, propone una hora y media de risas, como asegura el autor. Dejándonos esa espinilla cómica en el programa de televisión “Sé lo que hicisteis”. Hacer pan, yoga, leer, zumba o pintar fueron de las actividades más rutinarias durante la cuarentena, en cambio, Ángel Martín estuvo preparado para ver la ocasión de salir y recuperar la sonrisa de todos. Por ello, asegura que este espectáculo humorístico es un ‘show in progress’, un pedacito de lo que podamos ver en un futuro no muy lejano. Es un pensamiento a la vida y al universo, noches en las que comenta el cómo para entender lo que somos y las decisiones que tomamos.

Por si las voces vuelven ¿fue la mejor medicina para reconstruirse después de tocar fondo?

—Fue infinitamente más sanador de lo que hubiese imaginado nunca. El hecho de escribir con la esperanza de que una experiencia personal pueda servir de algo a alguien que esté pasando por una situación parecida, obliga a revisar milimétricamente lo vivido en busca de todas las pistas que puedan ayudar y esa revisión, inevitablemente, obliga a enfrentarse a ciertas cosas que jamás pensaste, y sana.

Cuando escribió Por si las voces vuelven ¿pensó que iba a tener la acogida que está teniendo?

—En absoluto. Uno fantasea con la esperanza de que su experiencia pueda servir de algo a alguien pero lo que está sucediendo alrededor de “Por si las voces vuelven” es algo abrumador para todos. En mi caso ni siquiera tenía unas expectativas mínimas porque desconocía el mundo editorial así que la sorpresa está siendo enorme.

Este libro le ha servido, como usted mismo ha reconocido, para reconfigurar el valor de las palabras. ¿Cuál era y cuál es hoy ese valor?

—Son una de las herramientas más poderosas que tenemos. Las palabras son las responsables de transmitir nuestros pensamientos así que podrían compararse con una especie de timón. Si no cuidamos lo que decimos, no cuidamos lo que pretendemos que suceda y eso hará que tarde o temprano estemos yendo en direcciones en las que realmente no queríamos ir.

Usted ha pasado por una enfermedad difícil. Sin querer vanalizarla, ¿no cree que todos tenemos un punto de locura y qué también hay circunstancias en las que es necesario?

—Creo que es peligroso intentar que todos los seres humanos encajen bajo el mismo patrón de comportamiento. Y también creo que hay que saber distinguir entre locura, excentricidad o personalidad.

¿Podríamos decir que después de romperse completo, Ángel Martín ha resurgido como el ‘Ave Fenix’?

—No sé si podríamos decirlo pero suena tan bonito que diré que si.

¿Cómo está siendo el regreso a los escenarios?

—Tecnicamente nunca “dejé” los escenarios. Siempre he estado actuando. Lo que si está siendo bonito es que a raíz del informativo matinal para ahorrar tiempo y con la publicación de “Por si las voces vuelven”, está siendo un momento mucho más especial que cualquier otro momento que haya vivido en lo relacionado con los monólogos. Es como si de repente, se juntaran varias comunidades (la creada durante los primeros monólogos, la de “slqh”, la de “orbita laika”,la del “Informativo” y la de “por si las voces vuelven”) y nos juntásemos en teatros para realmente demostrarnos la cantidad de tiempo que llevamos juntos y cuanto nos queremos. Digamos que los monólogos se están convirtiendo en una especie de evento especial.

Hábleme del espectáculo 103 noches que va a presentar en el Teatro Olimpia

—Es un espectáculo que surgió con la pandemia. Cuando todo estalló yo tenía un espectáculo que acababa de estrenar pero me di cuenta de que lo que estaba sucediendo era de una magnitud tan salvaje que, en caso de poder volver a actuar, no tenía ningún sentido hacerlo con un espectáculo escrito antes de la pandemia. Para mi no tenía mucho sentido simplemente salpicar un texto antiguo con un par de bromas sobre la pandemia y entonces decidí “matar” el texto en el que había estado trabajando y me puse a prestar mucha atención a todo lo que estaba sucediendo y como nos estábamos comportando para empezar a crear material nuevo.

Lo cierto es que su vuelta está siendo por la puerta grande ya que es autor, director e interprete de este show. La pandemia le dio para mucho.

—Simplemente descarté usar el tiempo para gastarlo en ver series o empezar hobbies que no se mantendrían en el tiempo y trate de enfocarme en mejorar cosas relacionadas con mi trabajo.

Si la literatura ha sido sanadora, ¿la risa es un medicamento para consumir sin receta?

—Y con receta, también.